sábado, 11 de mayo de 2013


EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI,  ES TURISMO DE LUJO

 
Los pueblos son irrespetados y engañados por sus verdugos hasta que sus ciudadanos deciden detenerlos.

                                                           Antonio Semprun

Hacer un análisis de lo que un grupo de filibusteros bautizo como socialismo del siglo XXI y de los "personajes"  que lo integran empezando por quien encarna un faro de ilegitimidad es como  pasearse por un zoológico donde se puede encontrar todo tipo de especies desde pajaritos hasta viejos camaleones.

La convivencia entre bandadas y manadas de especies del esperpéntico bautizo, ha sumido a Venezuela en las más profunda crisis, social, económica y moral que ha vivido los venezolanos en su historia contemporánea, el país es el negativo de un pasado que con errores y aciertos se enrumbaba hacia mejores tiempos.

Quien escamoteo el poder durante los últimos ocho años y único responsable de la tragedia que vive el país, dejo una pesada herencia a quien  así como no conoce la geografía del país que desgobierna desconoce el enorme problema en el que lo metieron, su difunto padre político y un dueto de ancianos ambiciosos y enfermos de poder que lo sentaron sobre un barril de pólvora a punto de estallar.

En la Venezuela de la robolución quienes no participan del festín, enfrentan una triste realidad, como  consecuencia de la ineptitud, la irresponsabilidad y el irrespeto de quienes se creen dueños del país y se mantienen en una burbuja que flota alejada de la inseguridad, los apagones y la escases, situaciones que todos los días enfrenta el soberano.

 Los venezolanos hacen largas colas para obtener los productos de primera necesidad que como estrellas de cine aparecen fugaces en los supermercados del destartalado país motivando peleas, gritos y empujones que le permitan la hazaña de obtener como un trofeo el producto que hizo su aparición.

El privilegio que Maduro da a los problemas foráneos y su preocupación  por mantener contentos a los Castro, hace que los venezolanos vivan una situación lamentable en la deben hacer largas colas para obtener los productos de primera necesidad, por lo que son marcados como reses al mismo estilo de quienes caminaban a la muerte en la Alemania de Hitler.

En el socialismo del siglo XXI, sus jerarcas y servidumbre hacen turismo de lujo, en la más reciente gira por Latinoamérica, el PRESIDENTE OBRERO hizo gala de haber aprendido bien una lección de su difunto padre político, ordeno una reservación de tres los pisos en el Madisson para recibirlo a Él, y a su numerosa comitiva con chef personal incluido, los gastos fueron cubiertos con el dinero de los mismos venezolanos a los que la situación del país obliga hacer cola para satisfacer sus necesidades de alimentación. 

Cnel  (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun