domingo, 12 de abril de 2015

Maduro protagonista del ridículo

 
Termina la Cumbre de Panamá y el resultado para Nicolás Maduro fue de tres strikes: no le permitieron entregar las firmas que recogió, no logró que los países participantes condenaran el decreto en el que Estados Unidos sanciona a siete delincuentes de su régimen por corruptos y violadores de Derechos Humanos y no pudo robarse el show a pesar de su visita al barrio de Chorrillo.
 
Ni en suelo panameño el extranjero usurpador escapó del sonido de las cacerolas que los venezolanos exiliados  hicieron sonar estridentemente a su llegada y salida del lujoso hotel donde se hospedaba, en protesta a la tragedia en la que  ha sumergido al país.
 
Se arrogó falsamente la representación de treinta millones de venezolanos que según él se oponen al decreto emitido por la administración Obama, al que califico de “muy peligroso  no solo porque sanciona a siete "honorable" venezolanos a los que defenderá, sino porque se mete en la vida interna de Venezuela”.
 
La VII Cumbre de las Américas a diferencia de otras que solo han servido como lugar de reunión entre “amigos” que se estrechan la mano y se fotografían juntos, sirvió para mostrar el futuro y el pasado representado por el restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba y la posición solitaria de Venezuela  abandonada a su suerte por quienes la han vivido y que ante la desgracia en la que la han sumergido buscan congraciarse con el país al que el petróleo venezolano los obligó  a mirar como enemigo.
 
Maduro manifestó a su arribo a Panamá “estamos listos para la batalla de las ideas, para defender la verdad de Venezuela y salir con la bandera de la paz ondeante”.  No se puede estar listo  para una batalla de ideas donde la única idea es la de permanecer en el poder por cualquier vía, donde la única verdad es la que promueve la dictadura de Cuba en Venezuela y donde la única bandera que han izado es la de la división y el odio.
 
El balance para Nicolás Maduro en la VII Cumbre de las Américas es un reflejo de lo que ha sido su régimen asesino y hambreador, un monumental fracaso en el que el ridículo es su mayor fortaleza.
 
Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun       
Coronel antoniosemprun.blogspot.com