domingo, 31 de julio de 2016

Clarinada Nicaragüense


La decisión del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua de destituir a veintiocho diputados titulares y suplentes de la Asamblea Nacional materializa en el país centroamericano la receta enviada desde la Habana,  la implementación del proyecto de régimen de partido único, antes de la destitución de los diputados, la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua había ordenado invalidar la representación legal del Partido Liberal Independiente (PLI), organización política a la que pertenecen los diputados  destituidos.

Nicolás Maduro visito Nicaragua el pasado veinte de julio para conmemorar el 37 aniversario de la Revolución Popular Sandinista, seis días después  Jorge Rodríguez solicito la Consejo Nacional Electoral  la cancelación de la MUD como partido político por haber incurrido en el “fraude electoral más grande que se ha cometido en el país”,  ya antes el Tribunal Supremo de Justicia  a través de la Sala Electoral había ordenado la destitución de  los cuatro diputados del Estado Amazonas.

Daniel Ortega le toma el pulso a la calle, quiere saber hasta donde esta dispuesto a llegar el pueblo nicaragüense, mientras tanto Nicolás Maduro debe estar atento a los acontecimientos para proceder de igual forma contra una Asamblea Nacional que después de seis meses de gestión ha permitido que se continúe violando de manera flagrante la voluntad de los venezolanos que le dieron un voto de confianza.

El régimen juega al alargue para evitar  que los venezolanos ejerzan un derecho constitucional, el Referendo Revocatorio al que cada día ven más lejos  mientras los diputados de la MUD juegan con la paciencia de los venezolanos, si tuvieran que hacer largas colas para encontrar comida, si tuvieran que morir a un ser querido por falta de medicinas y no tuviesen escoltas que los protejan, las acciones en contra del régimen hubiesen sido otras.

El PSUV  y la MUD están sentados sobre el  mismo barril de pólvora, la razón es la misma mentiras, burlas y engaño, los diputados validados por las dos terceras partes del pueblo venezolano no han sabido sopesar el poder que eso representa y han permitido que siete delincuentes de la Sala Constitucional, cuatro rectoras del CNE y una cúpula militar de coyotes corrupta mantengan en vilo la paz y la seguridad de treinta millones de personas.

Seis meses de oxigeno para un régimen asesino, los mismos seis meses de muerte y miseria para el pueblo venezolano, es el saldo de gestión de una MUD que se doblo para no partirse, en esa acrobacia ha producido leyes que no se ejecutan, han invalidado y negado la extensión de decretos que se han ejecutado y que se han prorrogado, lo que refleja el respeto que el régimen de Nicolás Maduro y sus acólitos sienten  por la voluntad popular y por sus representantes, aún así están dispuestos a  un dialogo amañado con los verdugos de la democracia en Venezuela.

Cnel (GN) Antonio Semprún
@antoniosemprún
coronelantoniosemprún.blogspot.com