Cnel. (GN) Antonio Semprun
Nuevamente entre canto de gallos y media noche valiéndose del tiempo de vacaciones estudiantiles, súbditos del presidente venezolano dan otro golpe a la sociedad venezolana, esta vez dirigido a lo más sagrado de cada una de la familias venezolanas, sus hijos. La figura que contempla la nueva Ley de Educación donde el estado venezolano se convierte en Estado Docente, el presidente venezolano desea imponer su deseo y hasta su derecho de ejercer la patria potestad de los niños venezolanos. Se siente el dueño de Venezuela y por consiguiente puede hacer lo que desea inclusive con los hijos de las familias venezolanas. El futuro de Venezuela representado en su juventud, con la aprobación de este instrumento legal, no tendrá el derecho a elegir que estudiar sólo podrán estudiar lo que quien se cree dueño del país desee para ellos. Con la promulgación de esta ley, el presidente venezolano toma control de la educación con la única intención de acelerar su proceso revolucionario y no tiene problema en decir YES al hecho de que con ésta ley se busca el adoctrinamiento de los niños venezolanos, con ésta ley, el estado controla todos los procesos del sistema educativo, excluye la educación religiosa, crea los concejos comunales conformados por profesores y padres rendidos incondicionalmente al régimen quienes delinearán con su ''sapiencia y sabiduría'' el contenido educativo incluída la realidad histórica, geográfica y cultural de cada localidad basada por supuesto en la Doctrina Bolivariana. Ante esta coyuntura histórica en la que no debe existir en la mente de cada venezolano duda alguna de cual es la única pretensión del presidente venezolano, debemos unirnos en una sola voz, en un mismo esfuerzo y hacernos protagonistas de las líneas de nuestro Himno Nacional como Bravo Pueblo. Esta vez no se trata de seguir pensando que no nos importa el cierre de un medio de comunicación o de una empresa que pertenece a otros, o de la expropiación de un terreno que no es mío, esta vez se trata de los hijos de cada familia venezolana que tienen la confianza absoluta en que sus padres lucharán por su mejor porvenir. El gobierno venezolano esta vez dió un paso que le permitirá valorar la posición y el arrojo del pueblo venezolano y de acuerdo al resultado, continuar apretando el acelerador hacia la promulgación de leyes que le dé luz verde para disponer de la propiedad privada y de la libertad de expresión. No tenemos dudas que este problema es de los venezolanos y somos nosotros los que debemos resolverlo. Llegó el momento de tomar las decisiones que nos permitan vivir en libertad sin hacernos cómplices de como con esta ley se forman “los Chávez” del futuro como lo vaticinó la jefa de gobierno del Distrito Capital, Jacqueline Farias, parafraseando a un acólito del dictador alemán Hitler cuando dijo ''Hitler wanted kids to be like him'' (Hitler quería que los niños fueran como El). Los venezolanos hemos demostrado ser tan grandes como los problemas que hemos tenido que enfrentar. No permitamos que el miedo haga imposible que nuestro sueño de libertad se haga realidad, no tengamos miedo a fracasar. Dios y la razón están con nosotros, mañana nuestros hijos sentirán orgullo por los padres que lucharon para que ellos pudieran tener la libertad de poder elegir su educación y su destino. No permitamos que el presidente venezolano asuma el derecho de elegir el futuro de nuestros hijos. Con acciones y sin miedo digamos YES al derecho que como padres tenemos de que nuestros hijos sean dueños de su propio destino. La historia de esta generación venezolana dependerá de lo que hagamos ahora !