domingo, 18 de abril de 2010

EL DELIRIO DE UN TIRANO

La independencia es el derecho a la autonomía de pensamiento, la represión de este derecho representa el primer paso a la tiranía.
- Antonio Semprun -

Cnel (GN) Antonio Semprun
Oficial de la Plaza Altamira

El 19 de Abril de 2010 se conmemoran doscientos años de la firma del Acta de Independencia de Venezuela. Fué un momento histórico en el que los venezolanos de la época vieron realizado un sueño. Su lucha y sus sacrificios habían dado fruto, terminaba un periodo de opresión extranjera que daba paso a un proyecto democrático que respetaría los derechos del hombre: Igualdad, fraternidad, libertad y propiedad.

En aquel momento, el Cabildo de Caracas con apoyo del pueblo, de los miembros de las Fuerzas Armadas, de miembros de la sociedad y la iglesia daban su respaldo a un proyecto que tendría impacto no sólo en Venezuela sino en toda America Latina. Después de doscientos años, Hugo Chávez, un indigno venezolano lucha por implementar un proyecto que mancilla aquel glorioso día porque no ha sido necesario que el extranjero opresor luche por invadir a Venezuela, Chávez se la está entregando en una bandeja de plata.

Chavez, profeta del desastre contravino los ideales de aquellos hombres y mujeres, puso su rodilla en tierra a cambio de que el opresor extranjero le ayude a mantenerse indefinidamente en el poder. Su delirio de grandeza no tiene límites en su demente carrera hacia el abismo. Crea un enemigo fantasma que tiene que destruir y por eso compra armas de manera irracional, crea milicias campesinas, batallones de la dignidad, guerrillas comunicacionales que seguramente hará desfilar en cuadriculadas formaciones que asemejen en su enfermiza mente lo que lo hace delirar los desfiles de las Fuerzas Armadas de Corea del Norte o de China y allí se vé observando el paso de la '' indestructible y poderosa '' fuerza que lo protegerá del enemigo fantasma a quien llama '' El Maldito Imperio Yanqui ''.

Su afán por el poder lo lleva a violar flagrantemente la Constitución y las leyes de la República, permite la aberración de crear GUERRILLAS COMUNICACIONALES, Chávez olvida que la palabra guerrilla tiene entre otras definiciones ''Partida de personas que hacen la guerra independientemente del ejército regular'' y para eso usa a jóvenes venezolanos. No hay duda que Venezuela tiene un enemigo peligroso que quiere destruir la democracia y la libertad de expresión usando el recurso más valioso de un país. Quiere destruir al ''Maldito Imperio” como él lo denomina, sembrando cenofobia entre los venezolanos al mismo estilo de Adolf Hitler para quien solo debía existir una raza pura.

Chavez es el enemigo que por conveniencia olvidó que democracia es alternabilidad de poder y no perpetuidad en el poder, un enemigo que además de incitar al odio pretende sembrar miedo entre los venezolanos cuando expresa que radicalizará la revolución, un proyecto decadente y fracasado. Es acaso necesario radicalizar la democracia porque si así fuese seria el único modelo politico que radicalizado ofrecería la mayor suma de felicidad a sus ciudadanos, un enemigo que cuando arenga al pueblo expresa ''Luchemos por la esperanza de un futuro lleno de paz, con el socialismo revolucionario y bolivariano, le entrego mi corazón a los mártires héroes y heroínas de Puente Llaguno‘‘.

Habrá algún venezolano que quiera el corazón de un tirano, un corazón que está luchando por un futuro lleno de intranquilidad y angustias. El corazón de quien llama héroes y heroínas a los que derramaron sangre de venezolanos que marchaban con la única ilusión de vivir en un país donde se respeten del derechos humanos, donde el pensar diferente a quien ejerce el gobierno no represente un delito que hay que perseguir, donde quien ha trabajado con tesón tenga derecho a tener sus propiedades sin temor a ser expropiado, donde la familia venezolana no tenga que vivir cada semana la angustia de perder a un ser querido, donde las madres no vivan con el temor de que sus hijos están siendo ideologizados por un régimen perverso que les roba los sueños.