Cnel.(GN) Antonio Semprun
Oficial de la Plaza Altamira
Los venezolanos tienen en sus manos después de catorce años la llave que devolverá
la paz, la tranquilidad y la decencia a la sociedad venezolana. Esa llave no la
hará girar nadie que no haya sido víctima de abusos, de irrespeto, de una
profunda tristeza por la pérdida de un ser querido, ese es el país en el que Chávez
ha impuesto su ley disfrazada de mentiras en la ultima década de la historia contemporánea
de Venezuela
Chávez, convirtió a Venezuela en un país atípico, en un país a su medida como lo hace quienes
se convierten en verdugos de los pueblos que los eligen.
En Venezuela ocurre
todo aquello que sorprendería inclusive a quien crea que lo ha visto todo,
quien se cree amo y señor del país tiene a sus ordenes una corte de súbditos
sin voluntad propia, que el servilismo les hizo olvidar lo aprendido en las
universidades para obedecer, ordenar y ejecutar sin protesta las más aberrantes
decisiones.
Basta que las decisiones provengan de un oficial sin más conocimiento que el obtenido
en su accidentado ascenso al grado de Teniente Coronel que engañó a los
venezolanos y se envistió de presidente, a sus servidores les compró la
dignidad y el respeto propio y de sus familias, por tal razón sea cual fuere la
decisión que se le ocurra porque así gobierna, por ocurrencias son acatadas sin
discusión.
La monumental apetencia de poder de Chávez y de quienes se cobijan en él, quieren
a cualquier precio que su amo se inscriba como candidato presidencial sin que
presente un informe médico que determine su condición de salud, sobre la que se
ha posesionado una sombra de dudas y misterio propias de los regímenes
dictatoriales que convierten la salud del dictador en secreto de estado
.
La mayor característica del régimen de Chávez ha sido el engaño y la mentira,
sobre esas malas costumbres ha avanzado el régimen durante los últimos catorce
años, el mandatario se acuerda que existe el soberano sólo en épocas
electorales, les construye casas que se agrietan, libera y arma a la
delincuencia para que los asesine lo que ha convertido a Venezuela en una
tierra ensangrentada ante la mirada indiferente ó complaciente de los
funcionarios del régimen de Chávez.
Chávez,convertido en la antítesis de un alquimista, destruyó un país que le cayó en
las manos, es tiempo que el reloj del atraso, de la corrupción, de la
inseguridad y de las regalías se detenga para dar marcha a un nuevo correr de
las horas donde renazca el progreso, el mérito, el desarrollo, eso sólo será
posible con la participación decidida de cada uno de los venezolanos. La llave
de ese cambio está en las manos de los que quieren de regreso la Venezuela que
necesitamos para salir adelante, la Venezuela que se merece un pueblo noble que
en otrora en busca de ella se equivocó estrepitosamente pero que está dispuesto
a rectificar.