Quien vive temeroso nunca será LIBRE- Quinto Horacio Flaco -
Cnel(GN) Antonio Semprun
La diferencia entre el Síndrome de Estocolmo en el que la víctima crea sentimientos afectivos hacia su victimario y el Síndrome de Abril, mes en el que una marcha multitudinaria sacó del poder a quien ha estafado al pueblo venezolano con mentiras y abusos, es el terror que el presidente venezolano siente cuando en la tierra de Bolívar se programa una marcha para defender los derechos de los venezolanos ante la cada vez más nutrida toma de las calles por venezolanos que están decididos a dejar el temor atrás para ser libres. El ''valiente'' ocupante del Museo Histórico se vá lejos muy lejos, él tiene miedo de estar en el país cuando el pueblo sale a la calle, prefiere poner tierra y mar entre las calles atestadas de venezolanos pues su miedo en esos momentos es más grande que su infinito ego y en su mente vive gritando el fantasma del 11 de Abril.
Es tiempo de decir ya basta, es tiempo de no seguir permitiéndole a un hombre que imponga su voluntad y sus caprichos a un pueblo que tiene el legitimo derecho de ser libre, un pueblo que creyó en El para que lo sacara adelante, para que lo ayudara a espantar los vicios de la corrupción de la inseguridad de la Impunidad, un pueblo que creyó en El para tener una mejor calidad de vida, para que los niños venezolanos tuviesen una mejor educación, un pueblo que creyó en lo que disfrazó con mentiras cuando le dijo al periodista mexicano Jorge Ramos que NO nacionalizaría las industrias venezolanas, que jamás cerraría un medio de comunicación, que si resultaba ser un fiasco entregaría el poder. Todo eso resulto ser sólo el disfraz que usó para ganar la presidencia y luego tratar al pueblo que confió en EL con desprecio, con irrespeto. Es tiempo de sudar el miedo y dejar que se vaya por los poros, es tiempo que nos alimentemos de ganas de luchar, de fuerza, de valentía para recuperar lo que le confiamos a un estafador y podamos tener el pueblo digno y libre que hemos sido. Así tendremos derecho de escribir el epitafio para un cobarde que bien podría decir ''Un 11 Abril''
