Los organismos internacionales responsables de velar por el respeto a los derechos humanos y promover acciones en contra de quienes flagrantemente los violan ratifican su condición de elegantes jarrones chinos ante la masacre perpetrada por el "carnicero Nicolás Maduro.
El la población del Junquito en Venezuela, Nicolás Maduro y su banda de forajidos ordenó el asesinato de un grupo de venezolanos que se oponía a su tiranía entre ellos una mujer embarazada, les dieron un tiro de gracia, destruyeron la vivienda donde fueron masacrados para borrar evidencias y enterraron los cuerpos sin autorización de sus familiares.
El poder en Venezuela fue secuestrado por crimínales y narcotraficantes que le imponen a los ciudadanos su ley ante la mirada indiferente del mundo y de las autoridades de una región que no entiende que la paz del vecino es la paz propia.
Cnel (GN) Antonio Semprun