Con la aprobación
del Estado de Excepción y de Emergencia Económica Nicolás Maduro vuelve a las
andadas, no hay nada nuevo en la extensión del decreto que no este ocurriendo
en el país y que no sea la flagrante manipulación de la Constitución Nacional por este régimen corrupto y la aparición
en el escenario político y social de la figura del Referendo Revocatorio,
escenario sobre el que cerraron fila todos los sectores que se rejuntan bajo la
protección del paragua que les brinda impunidad a los delitos que han cometido
y continúan cometiendo.
La situación que
vive Venezuela promovida por verdugos embriagados de poder tiene un objetivo
claro, continuar engordando sus cuentas bancarias en bancos extranjeros y terminar de saquear el erario publico sin
importarles que los venezolanos mueran de mengua y que el mundo nos conozca por
la imágenes en las que se ve a un grupo de personas peleándose en una cola para
comprar comida, o a una turba saqueando un camión sin saber que hay en su
interior.
El pueblo
venezolano no merece vivir lo que está viendo, es un pueblo noble de convicción
democrática, un pueblo de fe al que no le dejaron otra opción que salir a la calle
a luchar, a protestar en busca de una salida al maremágnum en el que lo tiene
metido una camarilla de malandros dispuestos a cerrarle todas las vías que lo
lleven a volver a ser dueños de su propio destino, los venezolanos no merecemos
el gobierno que tenemos porque es un gobierno conformado por delincuentes
criminales que gobiernan como reyes sin corona negados a rendir cuentas ante la
justicia.
Hay algo que no
tiene vuelta atrás en la lucha entre un régimen ineficiente y corrupto y la
desesperación de quienes ya no tienen
nada que perder, es la convicción de que hay que estar en la calle porque es la
única salida y eso tiene que entenderlo quienes recibieron el mandato de
representarlos y defenderlos. “El pueblo es la voz de Dios, y cuando Dios manda
hasta el diablo debe obedecer”.
Ninguna sociedad que
tenga satisfechas sus necesidades básicas ve en la calle el único espacio para
expresar su inconformidad ante la violación de sus derechos fundamentales, eso
ocurre cuando las “autoridades” que tienen la obligación de protegerla y
brindarle paz y tranquilidad incumplen ese mandato constitucional a cambio de
beneficios e intereses personales.
Las ultimas
demostraciones dadas por el pueblo venezolano cuando tomaron las calles exigiendo que se respeten sus derechos,
y la represión de la que ha sido objeto por parte del moribundo régimen presagia
un desenlace en el que la fuerza del pueblo unido se llevara por delante a la
camarilla de delincuentes que lo irrespeta y a quienes no han querido escuchar
sus gritos de libertad.
Cnel (GN) Antonio Semprún
@antoniosemprún
coronelantoniosemprún.blogspot.com