Los resultados del pasado 26 de Septiembre reflejan el cansancio y el hastío del noble pueblo de Venezuela ante un régimen que lo ha humillado durante once años. Las gloriosas notas de nuestro hermoso Himno Nacional ya dejaron de ser letra muerta. Entendimos que si marchamos unidos en busca de un fin común, la defensa de la democracia en nuestro país, no hay ni habrá aspiración personal que detenga la marcha de un pueblo decidido.
Los diputados electos por la mesa de la unidad tienen el inmenso compromiso de luchar incansablemente por el adecentamiento del poder legislativo. Deben tratar de enmendar los ventajismos impuestos en las nuevas leyes electorales recientemente promulgadas. Con la unidad democrática se lograron importantes espacios dentro de la nueva Asamblea Nacional La premisa de la UNIDAD debe prevalecer en todo momento para beneficiar y recompensar la confianza depositada en sus espaldas, la unidad política debe ser el norte a seguir.
Los venezolanos nos hicimos un regalo y le hicimos un regalo a Venezuela, encontramos el camino que nos llevará al momento del añorado reencuentro de los que obligados debieron dejar la patria y nos dará la libertad de todos los que hoy viven injustamente privados de ella.
Es imperioso no empalagarnos de triunfalismos porque el camino apenas empieza y es muy difícil el trecho que nos falta por recorrer.
EL MIEDO FUE TRANSFORMADO EN PODER
por el BRAVO PUEBLO.