domingo, 3 de noviembre de 2013

LA FELICIDAD CONVERTIDA EN TRAGEDIA


 “La felicidad es un estado del ánimo que supone una satisfacción. Quien está feliz se siente a gusto, contento y complacido”

No se debe maldecir me decía una noble y amorosa anciana, pero hay  seres humanos  que se ganan ese “derecho”.  Maduro, y su sequito se burla de los venezolanos,  le habla de “Suprema Felicidad”  a un pueblo  que tiene que hacer grandes colas para adquirir un pote de leche.

En esa indigna forma de adquirir los alimentos,  los venezolanos se convierten en asesinos y enemigos,  una mujer embarazada pierde su criatura,  se apuñala a alguien que usó la picardía criolla para adelantarse, mientras el sol y la lluvia achicharra  y empapa a  quienes pacientemente esperan su turno para adquirir el botín.
En la  tragedia que le han impuesto a Venezuela hay dos verdugos, el que levanta el hacha y el que se arrodilla para que le corten la cabeza, el primero es un forastero que decapita el futuro de un país escondiendo el rostro tras  la máscara de la ilegitimidad,  el segundo es el dueño del país, que se auto amputa los sueños y sus derechos al arrodillarse.
Maduro, se mofa de los venezolanos,  que se ven obligados a  saquear un Mercal para poder alimentarse, y peregrinan de supermercado en supermercado para encontrar los productos de la cesta básica, el ilegitimo, cual mercader les negocia la lealtad, la necesidad y sus derechos a cambio de sumisión.  
 
Quien diera su fortuna y la vida por el país que hoy vive en SUPREMA INFELICIDAD, utilizo el término “maldito” para referirse aquel soldado que osara empuñar las armas contra su pueblo. Hoy  la banda de delincuentes  que desgobierna el país, usa contra el pueblo de Venezuela  las armas que le otorga  el usurpado poder,  ante este dantesco y deprimente escenario y  muy a pesar de la conseja de la abuela. “Maldito el extranjero que humilla a los venezolanos”.
 Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun