sábado, 1 de octubre de 2011

DIMOS UN ENORME PASO

Los sueños individuales deben esperar para que el de una nación se haga realidad.
- Antonio Semprun -


Cnel. (GN) Antonio Semprun
Oficial de la Plaza Altamira

Es imperioso corregir el rumbo del país, es necesario hacer del conocimiento de cada venezolano lo que se ha estado haciendo y lo que se pretende hacer con los recursos de los venezolanos y con la Soberanía Nacional. La alianza histórica lograda en la Mesa de la Unidad (MUD), debe servir para que llegue a cada rincón del país la tragedia que se está viviendo en Venezuela y que es necesario cambiar.

La fuerza de los 23 partidos políticos, los ocho gobernadores de estado y los seis jefes de las fracciones parlamentarias de oposición en la Asamblea Nacional deben concentrarse en desnudar al régimen que está desangrando a Venezuela. Cada venezolano debe conocer y convencerse que quien vocifera que ''Ser rico es malo'' que “No importa que no tengamos para vestir y comer, lo que importa es salvar la revolución”. Asignó al gabinete presidencial un presupuesto de $ 794.1 millones que le permite darse gustos faraónicos, en ese presupuesto se reservan $24.800 al mes para renovar su guarda ropa, $12.500 mensuales para adquirir productos de cuidado e higiene personal, $1.800 mensuales para calzado y $ 10.4 millones para gastos de alimentos, bebidas y relaciones sociales todo esto mientras a los venezolanos se les raciona la luz, los artículos de primera necesidad y deben convertirse en verdaderos magos para tener acceso a las limitadas divisas de CADIVI que por derecho les corresponden.

Los venezolanos tienen que saber que es preciso cambiar el fiasco que representa este régimen porque en el último reporte del Foro Económico Mundial en el que se mide las distintas variables de desarrollo de 142 países, en el índice de competitividad, definida esta como "el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país", nivel de productividad que a su vez establece el nivel de prosperidad que puede ser alcanzado por una economía. Venezuela, aparece en el puesto 124, dos lugares por debajo del puesto 122 que habíamos obtenido el año pasado, solo Haití se encuentra por debajo de la Venezuela del oro negro, muestra de retroceso al que nos ha llevado la política de un régimen inepto e irresponsable.

Los venezolanos en cada rincón de la República deben saber que el canciller de Guyana solicitó a la ONU la ampliación de la plataforma continental de 200 a 350 millas. De esta intención se le informó a Trinidad y Tobago, Barbados y Surinam, pero no a Venezuela, de esta pretensión de Guyana sobre la "zona en reclamación" del Esequibo que viola el laudo de 1899 y por consiguiente el Acuerdo de Ginebra 1966, el forajido régimen sólo después de las informaciones dadas a conocer a través de medios de comunicación que dejaban ver la noticia se pronunció, lo que deja ver nuevamente la actitud populista y apátrida de quien pretende erigirse como líder mundial entregando la soberanía del país negociando y ganando indulgencia con lo que no le pertenece, el territorio nacional. Es política del régimen actuar a espaldas de los venezolanos cuando se trata de asuntos de relevante importancia para Venezuela, ya había ocurrido cuando mediante un pacto secreto entregó la base de datos del CNE a una empresa cubana.

Los venezolanos deben saber que los derechos humanos no son derechos que se le violan a un determinado grupo de la sociedad, deben saber que cada ciudadano tiene derechos que son inviolables y por tal motivo se deben respetar, pero para el dictador venezolano las decisiones de un organismo internacional como la CIDH, vale menos que "su corte de pelo". Por lo que propone crear una nueva corte de derechos humanos, con las cualidades de la justicia venezolana que se ajuste a sus pretensiones.

El importante mensaje de unidad que se envió al país el pasado martes por parte de la Mesa de la Unidad debe representar un verdadero compromiso por parte no sólo de los jefes de los veintitrés partidos políticos, los ocho gobernadores de estado y los seis jefes de las fracciones parlamentarias de oposición en la Asamblea Nacional, sino por cada uno de los venezolanos que viven dentro y fuera de Venezuela sin importar el color de la camisa que usan o que les obligan a usar, debe ser un credo para el futuro abanderado de la unitaria coalición que el fenómeno que hoy tenemos, fenómeno no por eficiente sino por destructor es producto de años de desaciertos, de promesas incumplidas, de abandono por parte de quienes tuvieron la responsabilidad de velar por un pueblo.

Las palabras que en el acto pronunciara el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo "No hay diferencia política o ideológica que justifique la discriminación, la descalificación, el insulto y la humillación'' no deben convertirse en letra muerta, ningún venezolano que participe o no en la política nacional tendrá mañana si no entendemos que el camino recorrido durante los cuarenta años que precedieron la debacle de los últimos doce es el resultado de haber ignorado las necesidades y los sueños de los más necesitados.

El país que teníamos hace doce años lo perdimos porque un troglodita bien asesorado desde Cuba, recogió y manipuló las necesidades, la desesperanza y la decepción de los venezolanos, sentimientos que después de doce años de engaños continúan presentes con mayor agudeza, con nuevos ingredientes como es la falta de servicios públicos, la creciente inflación, el aumento del desempleo y la temida inseguridad que hacen de la vida de los venezolanos de a pie un verdadero caos
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Los venezolanos en cada rincón del país tienen que sentir que hay una Venezuela posible que está esperando por nosotros, una Venezuela donde la pesadilla de la que vamos a despertar quede como una prueba que tuvimos que enfrentar y superar para descubrir que somos un pueblo que se puede levantar como ave fénix para construir el país que soñamos tener, el país que merecemos. Nadie va a cambiar este país por nosotros por la sencilla razón que somos nosotros los que nacimos y vivimos en él, eso nos hace los únicos responsables de hacia dónde marchara su futuro y el nuestro.