UN LIDER
SORDO, MUDO MÁS NO CIEGO
No puede ser
justo aquel que desconoce las penurias vividas por otro
Antonio
Semprun
La Venezuela que se cae a pedazos
frente a los ojos del régimen y la oposición política concentrada en la Mesa de
la Unidad (MUD), tiene dos verdugos, quienes ilegítimamente ostentan el poder y lo usan
para mantenerse en el, comprando conciencias a domicilio y en el extranjero para
que ignoren que el país se hunde en un caos de corrupción, inseguridad,
desabastecimiento y saqueo, y quienes asumieron la enorme responsabilidad de
dar respuesta a la confianza del pueblo depositada en ellos que han defraudado.
Los venezolanos viven en una permanente
intimidación sin acción, la posición asumida por la oposición política (MUD) representada
por Capriles, ha neutralizado la indignación de un pueblo que entiende que debe
ejercer acciones pacificas diferentes al
silencio y la pasividad, que lo único que han dado como resultado ha sido aliviar la ilegitimidad del régimen y dar
paso a la costumbre nacional e internacional de tratar con un régimen usurpador.
Uno de los tantos defectos del
difunto dictador era creerse dueño absoluto de la verdad, sometía al destierro político
e ignoraba a quien osara contradecirlo, el resultado de esa errática posición
llevo al país al desastre en el que se encuentra, ese defecto pareciera haber
contagiado al líder de la oposición, en momentos en los que los venezolanos deben
gritarle al mundo que algo muy grave está pasando en el país, cuidar a una
sociedad es muy diferente a desmovilizarla.
Mientras el ilegitimo usurpador
se mantiene montado en un avión para escapar de los graves problemas que
calientan el barril de pólvora en el que
lo sentaron Raúl y su difunto padre político, la dirigencia opositora da la espalda al momento histórico que vive Venezuela, apuestan al desgaste del régimen, a su
implosión, hacen cuentas y la edad les da para esperar lo que para el país podría
representar un alto costo social.
El líder y la oposición política ignoran
la empatía, el líder, se comporta y ejerce estrictamente su rol como gobernador
de un estado, la oposición política no sufre las penurias que el venezolano de
a pie, cuando tiene que enfrentar la
inseguridad, y debe hacer largas colas para comprar alimentos, ante la indiferencia
de uno y la indolencia del otro, la sociedad debe erigirse como su propio líder,
y dejar que Capriles y la MUD continúen en su mundo, en el que todo está normal.
Cnel (GN)
Antonio Semprun
@antoniosemprun