Maldito el ciudadano que entrega la patria a cambio de favores foráneos
- Antonio Semprun -
Cnel. (GN) Antonio Semprun
Oficial de la Plaza Altamira
Chupacabras es el nombre de un críptico contemporáneo que se describe como un animal que ataca a sus víctimas desangrándolas. Hoy los venezolanos son víctimas de alguien con similares características, no sólo desangra a la familia venezolana, está desangrando a Venezuela. Mientras la gran mayoría de los venezolanos lucha por sobrevivir en un país donde escasean los productos de primera necesidad, en las manos irresponsable e incapaces de un régimen destructor se pudren toneladas de alimentos, un país donde el régimen se salta las instituciones democráticas creando comunas socialistas, términos que no están contemplados en la Constitución que hizo a la medida de sus aspiraciones faraónicas, un país donde los presidentes no se paseaban por la plaza Bolívar de una ciudad señalando edificios y ordenando exprópiese al mejor estilo de los tiranos que sienten desprecio por el pueblo, un país donde la seguridad de los ciudadanos dejó de ser una prioridad gubernamental para convertirla en una estrategia política perversa del régimen, un país en el que su soberanía dejó de ser sagrada y se convirtió en guarida de ladrones y narcotraficantes, un país que está dejando de ser una vitrina de democracia para el mundo y lo están convirtiendo en cuna de dictadura, un país donde los cortes de luz extrañamente de producían por la caída de un inclemente aguacero y no porque fuese ''normal'' como ocurre en la Venezuela de hoy. Ese desolador, triste e injusto espectáculo es el resultado de once años de irresponsabilidad, incapacidad e ineptitud.
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