viernes, 9 de marzo de 2012

Cómo entender una mezcla de resentimiento, cobardía y delirio.

El portavoz del Departamento de Estado, Mike Hammer, dijo que “es difícil de entender cómo cualquier país puede apoyar al gobierno del presidente Sirio Al Assad enviándole 600.000 barriles de diesel en dos cargamentos de 300.000 cada uno, afirmando que “si nos vuelven a pedir, les volveremos a enviar en un momento en que la comunidad internacional está intentando presionarle para que pare con esa violencia”.

Una violencia que asesina a cientos de ciudadanos sirios que luchan por liberarse de un gobierno que los oprime con el único propósito de mantenerse en el poder, lo primero que hay que entender es que no es una ayuda venezolana a Siria, es una ayuda que se da entre delincuentes en este caso entre dos dictadores movidos por el mismo fin que usan las mismas técnicas, las mentiras y el engaño.

La similitud entre estos dos personajes es una de las razones por las que se ayudan entre sí, están narcotizados por el poder, rodeados de una corte de aduladores que les vendieron el alma a cambio de dinero y favores, otra razón es que están dispuestos a cualquier aberración con tal de mantener el poder de allí el hecho que las calles de Siria hoy estén teñidas de sangre de sus propios ciudadanos.
Después de todo no es tan malo que Estados Unidos no entienda porque Chávez ayuda a su homólogo Sirio enviándole diesel ignorando de esta manera los esfuerzos de la comunidad internacional para detener la masacre en ese país porque así se dará cuenta que debe voltear la mirada hacia un continente que ha sido olvidado a su suerte donde tiranos se han apoderado del poder y quieren mantenerlo desmontando el andamiaje democrático cediéndoles espacio a países enemigos de la libertad para que se fortalezcan en una región estratégica que les permitirá fácilmente lograr su objetivo en contra del país que consideran su mayor enemigo.