domingo, 4 de mayo de 2014

La Indiferencia una Complice de la Dictadura en Venezuela


De nada vale el arrepentimiento cuando no se actuo en el momento que era preciso.
                                                             Antonio Semprun
La minoría que  somete a millones de venezolanos a la tragedia de vivir como ellos quieren, tiene adeptos, indiferentes  y cómplices  que les hacen más fácil la tarea de mantenerse en el poder, sin importarles la penosa realidad de un  país que se cae a pedazos.
A pesar del gran número de venezolanos asesinados, procesados y detenidos entre los que se encuentran en su mayoría estudiantes por cometer el “delito” de defender  su futuro y la Venezuela de todos, hay quienes permanecen indiferentes  ante el saqueo, el asalto  y la entrega del país por parte de quienes se saben desnudos frente a una justica  imparcial, razón por la que no tendrán escrúpulos en utilizar cualquier artimaña que les permita mantenerse bajo el paragua que les garantiza impunidad.
Esa clase indiferente es la que aún conserva en su diccionario  “el no creo”,  ignorando que todos los pronunciados en el pasado reciente han sido y son una dolorosa y aberrante realidad, si no, que recuerden al general eructo designado gobernador de Carabobo, a los 20.000 desempleados de PDVSA,  el nuevo número de estrellas de la Bandera Nacional, la dirección hacia donde ahora corre el caballo en nuestro Escudo Nacional y el nombre que estrena la otrora Republica de Venezuela, entre muchos otros “no creo”.
Sumado a todos ellos  están, el brutal desabastecimiento que obliga al régimen a tratar al venezolano como reses, los permanentes apagones en todo el territorio nacional, el hacinamiento en las morgues cada fin de semana, la escasez de medicinas que mata a los enfermos y la más reciente decisión del régimen de adoctrinar a los hijos Venezuela, una realidad ante los ojos de esa indiferente mayoria de Venezolanos.
Imitan como el avestruz, enterrando su cabeza en la realidad que vive el país, su actitud apalanca el régimen que los degrada y humilla y   que sin duda alguna  tocara la puerta de sus casas en algún momento, con la detención de un ser querido, con su asesinato por parte de la inseguridad que impera en el país, con la  expropiación de sus bienes o con la quiebra de sus empresas.
Cnel (GN) Antonio Semprun.
@antoniosemprun