La dictadura venezolana ha inventado tres guerras para culpar a la oposición del desastre en el que viven los venezolanos. La mediática, en la que ejerce hegemonía comunicacional, la económica, donde administra el erario público como una bodega de su propiedad y la bacteriológica en la que están desabastecidos de medicinas y equipos médicos los centros de salud del país.
Las guerras anunciadas por Nicolás Maduro son el maquillaje que esconde su incapacidad, la cual ha ocasionado la muerte de miles de venezolanos por la inseguridad, el retroceso en el desarrollo del país y la frustración de una sociedad que a diario es víctima del ataque de un régimen totalitario que la ve como el enemigo al que hay que destruir.
La situación que vive Venezuela no es una guerra, es una lucha entre la minoría que pretende permanecer en el poder aún a costa de la vida de los venezolanos y de la mayoría que desea adecentarla, rescatar los derechos fundamentales de sus ciudadanos, devolverle la libertad y la democracia.
Una cuarta y definitiva guerra habrá de librarse y la ganará la sociedad civil cuando despierte y decida no continuar arrodillada ante los verdugos que la ofende por órdenes de sanguinarios ancianos extranjeros. Los venezolanos no merecemos vivir en el país en el que hoy vivimos pero la decisión es nuestra.
Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun