No
es normal que en un país que no está involucrado en una confrontación bélica
sus habitantes vivan entre apagones de luz, bebiendo aguas contaminadas,
esperando que aparezcan alimentos para
correr despavoridos a comprarlos mientras
en esa carrera se pierda alguna vida en
la estampida que produce la aparición.
En
ese mismo país abunda la escasez, abunda la muerte debido a la inseguridad desbordada, se mueren los venezolanos sin importar su edad
porque desaparecieron las medicinas y en los hospitales no hay equipos, los que existen no funcionan porque alguien se robo los reales.
Si
Venezuela no está en guerra, porque no
hay medicinas, porque se tiene que marcar a los venezolanos en sus brazos para impedir que repitan la compra de
alimentos, porque tienen que esperar el día en el que termina el numero de su
cedula de identidad para ir a los supermercados, porque tienen que hacer colas frente
a las morgues los únicos lugares donde hay
abundancia.
A
quien le duele el dolor del venezolano de a pie, le duele al Presidente de la
Asamblea Nacional que ve en el rio revuelto una oportunidad de banda tricolor, son
elocuentes las fotos que muestran a una futura familia presidencial, le duele a
la mayoría de los nuevos ediles apabullados por la veteranía y la condición de
zorro de viejo de quienes tras bastidores han negociado y entregado el país y
la tranquilidad de sus ciudadanos a cambio de beneficios personales y
partidistas, han transcurrido más de
tres meses desde su toma de posesión y se han encontrado con una putrefacta
pared jurídica el TSJ, que los ha maniatado mientras un pueblo dispuesto a
luchar por sus derechos continua viviendo su calvario.
La
tragedia que vive el país tiene responsables visibles y camuflados, los que
desde hace más de una década saquean a Venezuela y tratan a sus ciudadanos como peones y quienes le hacen el juego a los
saqueadores que los señalan con un dedo mientras tres los condenan.
El
mesianismo tiene enfermo al pueblo venezolano, el emotivo discurso del cantante
Nacho en la Asamblea Nacional el día de
la Juventud motivo expresiones como está, “Venezuela ha parido un nuevo líder”, está condición mesiánica es conocida por “tirios
y troyanos” lo que nos hace dependientes de un tercero que resuelva el problema
que nos tiene esclavos del oficialismo y la “oposición”.
Venezuela
dejara de ser la zona roja en la que delincuentes y cómplices la han convertido cuando sus víctimas
que son las que viven en carne propia la desgracia que les impone un régimen hambreador
y asesino despierten y conviertan la
calle en su hábitat natural hasta que los rateros que la humillan sean
expulsados del poder.
Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun
Coronelantoniosemprun.blogspot.com