domingo, 31 de enero de 2010

ARQUITECTO DE FRACASOS Y DESESPERANZA

Los dictadores se arrodillan cuando los pueblos se levantan. - Antonio Semprun -


Cnel (GN) Antonio Semprun

Vuelve el apátrida que por ahora vive alquilado en Miraflores a sus cobardes andadas mostrando sus dientes como una hiena que ríe, al ordenar el uso desproporcionado de la fuerza en contra de los nacientes José Félix Rivas que entienden que hay que luchar por un país que está siendo saqueado por un demente delirante y sus cómplices. Este sujeto que no sabe como detener la fuerza de una locomotora que se puso en marcha como es la fuerza de un pueblo que comienza ha despertar de su letargo, pretende a cualquier precio cerrar los postigos de libertad de expresión que aún están abiertos, porque es a través de ellos que el mundo se entera de lo que está ocurriendo en el país. Venezuela vive los años más grises de su historia en su época mas próspera, esto se debe a quién en los últimos diez años ha administrado el mayor ingreso de la renta petrolera, a quien ha concentrado todo el poder en sus manos y no ha podido hacer que el país se enrrumbe hacia el progreso, por el contrario con mentiras ha manipulado los hechos para involucrarlo permanentemente en conflictos con otros países, a llevado a los venezolanos a perder su poder adquisitivo, a deteriorado profundamente la prestación de los servicios públicos, a conducido a la población a una terrible inseguridad con un saldo de guerra cada fin de semana, a propinado cobardes zarpazos para silenciar la libertad de expresión, con sus medidas económicas coloco un globo de helio a la inflación, ha incrementado la población penal venezolana con presos políticos, a motivado el empobrecimiento de mas venezolanos con sus medidas de expropiación a la propiedad privada, ha convertido nuestra imagen internacional en una caricatura risible que produce pena ajena. Este mercader de la mentira llegó a la presidencia izando las banderas de la austeridad, de la lucha contra la corrupción, de sacar a los niños de las calles, de incentivar la inversión extranjera y motivar la nacional, de respetar los medios de comunicación privados y después de diez años de atraso y desesperanza esas mismas banderas flamean con mas ímpetu insufladas por la incompetencia, la ineptitud y la ignorancia de un individuo que debe añadir al denso peso de su conciencia la muerte de otros dos estudiantes. Llegó la hora de despertar, de no continuar permitiéndole a este individuo que se dirija a los venezolanos en tono de capataz. Hagamos nuestras las palabras de Franklin Delano Roosevelt. ‘‘La única cosa a la que hay que temer es al miedo así mismo, al terror irracional e injustificado que paraliza los esfuerzos necesarios para convertir la marcha atrás en avance''