Es difícil predecir
lo que generara la ejecución de una actividad política en un país secuestrado
por delincuentes, sin embargo lo ocurrido el pasado primero de Septiembre (1S) en
la ciudad capital donde cientos de miles de venezolanos victimas del irrespeto
y la humillación de una dictadura salvaje se concentraron para asistir a una
cita democrática que se denomino la “Toma de Caracas”, empieza a mostrar lo que
produjo en los miembros de la dictadura la multitudinaria concentración.
La criticas
hechas por propios y extraños con intención constructiva siempre son
bienvenidas, sirven de termómetro para medir la intención, la dirección y la
velocidad hacia el norte donde se quiere ir sin que constituyan un juicio destructivo
al objetivo que se busca que no es otro
que lograr que Venezuela vuelva a ser un país prospero en el que valore al
ciudadano, y eso solo será posible si en la primera magistratura del país ésta
una autoridad que respete las reglas democráticas y no mercenarios movidos por
la ambición de poder y lo que este les permite.
La “Toma de
Caracas” el pasado 1S fue una expresión inequívoca de que los venezolanos
queremos un cambio en el país, el régimen ésta desnudo se jugo todas las cartas políticas que tenia
y perdió, se jugo hasta las más sucias, en Villa Rosa una localidad Margariteña
del municipio Garcia cercana al Santuario de la Virgen del Valle, Nicolás Maduro
se mostro como lo que es, un malandro “guapo y apoyado” con los habitantes del
lugar que descargaban su impotencia en una
cacerola, lo que hizo despertar la
sangre de Luisa Cáceres de Arismendi que corre en las venas de las mujeres de
la localidad.
La reacción de la
comunidad de Villa Rosa fue natural, salieron
a protestaron de manera pacifica y legitima por la desgracia que viven, lo ocurrido
en la pequeña localidad deja ver lo que está pasando en Venezuela y en el
entorno cercano al dictador patán y cobarde, los venezolanos se cansaron transformaron
el miedo en poder, el mundo hoy no tiene duda de la escoria que está frente al “gobierno” del país suramericano y en sus
anillos de seguridad los venezolanos que aun quedan en ellos, por negligencia o
por convicción no protegieron al cobarde
que agredió a ciudadanos que pudieron haber sido un sus seres queridos.
El 1S en las
calles de Caracas se mostro el enorme capital humano con el que cuenta la
oposición para generar el ansiado cambio, en el pueblo venezolano se arraigo un
sentimiento de necesidad de libertad y respeto que debe ser canalizado
estratégicamente, quienes se visten de rojo sin querer aceptarlo saben donde
está el poder ahora y a donde se mudo el miedo, estas son razones importantes por
las que la dirigencia política debe liderar de manera organizada ese capital sin
perder ni por un instante de vista que en Cuba desde hace cincuenta y ocho años
una minoría humilla y pisotea a los cubanos.
Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun
coronelantoniosemprun.blogspot.com