domingo, 20 de marzo de 2016

Libertad y miedo


Desde hace diecisiete años Venezuela ha sido convertida en una carnicería en lo político, en lo social y en lo económico porque quienes se disfrazaron de mesías para llegar al poder están convencidos que lo que éticamente bueno para darle calidad de vida a un pueblo está reñido con lo convenientemente personal y partidista, para la camarilla de hampones que usurpan el poder el poder en el país lo conveniente es mantenerse en él a cualquier costo.

La lucha para conservarlo y por alcanzarlo  tiene al país en medio de una batalla de negociaciones bajo la mesa, mientras los venezolanos son víctimas de lo que de ellas resulten porque para quienes tienen llenos los estómagos y los medicamentos le son accesibles el tiempo no es una variable importante.

De nada sirven las leyes si no hay instituciones que las apliquen, de poco sirven funcionarios electos,  en quienes se deposita la confianza y la angustia de un pueblo, si estos no sienten en carne propia la realidad que viven en las calles que patean a diario quienes están esperando que actúen teniendo como prioridad sus angustias, sus necesidades y no sus aspiraciones personales.

Los dictadores tienen claros sus proyectos y en ellos no está el bienestar social, cuando los ven en peligro sacrifican al estado, por esa razón los venezolanos debemos entender que un país en crisis no necesita héroes que lo rescaten, necesita hombres y mujeres que luchen sin miedo para alcanzar el proyecto del que está siendo despojada  la sociedad venezolana, la libertad.

Además de la lucha que se libra entre poderes, en Venezuela se libra una  entre la libertad y el miedo, la libertad se está perdiendo ante el miedo que paraliza y que en oportunidades es interpretado como apatía, indolencia o desinterés, el miedo es una sensación de angustia ante la presencia de un peligro y la forma de reaccionar es huir, paralizarse o enfrentarlo  eso dependerá de los recursos que tenga a quien se le presente la situación.

Los venezolanos debemos elegir enfrentarlo porque la situación que se nos presenta es la perdida de la libertad y para evitarlo tenemos como recurso que somos una mayoría humillada por una camarilla de rateros  y para hacerles frente no necesitamos un profeta.

Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun
Coronelantoniosemprun.blogspot.com