sábado, 27 de septiembre de 2014

Dictadura cómplice



La dictadura implantada en Venezuela desde la Habana por dos ancianos sanguinarios que manejan a control remoto  un títere obediente, tuvo una patética intervención en la 69 Asamblea General de la ONU, con sede en la ciudad de Nueva York.
La alocución de Maduro, dirigida a un escenario repleto de asientos vacios en su mayoría,  testigos mudos  de un discurso mal leído,  lleno de mentiras y defensas a quienes considera sus amigos, dejó ver que Venezuela necesita con urgencia no solo la participación activa y unida de su sociedad, sino la atención de los organismos internacionales que han ignorado que  existe una región en el mundo llamada Sur América, en donde una banda de delincuentes están secuestrando la democracia.
El extranjero que usurpa el poder en un  país  que está llenando las cárceles de presos políticos y de conciencia, donde los estudiantes son asesinados por luchar por sus derechos, en el que su población deambula por las calles en busca de alimentos y medicinas, donde la corrupción ha creado una nueva clase social, dijo en la ONU. Venezuela “ha logrado prácticamente todos los objetivos del milenio”.
En su discurso Maduro abogó por la liberación de Oscar López Rivera, un puertorriqueño líder de la agrupación (FALN)  responsable de colocar la bomba la Traunces Tavern en Nueva York que causó la muerte de cuatro hombre, expresó  que el gobierno democrático y constitucional de Bashar al- Assad ha detenido y sufrido el terrorismo y tildó de criminal el bloqueo a Cuba la isla que subvenciona con dinero venezolano. Con  estas declaraciones el “erudito” usurpador dejo en claro ante la Asamblea General de la ONU, su condición de “demócrata” y su compromiso de respeto a los derechos humanos.
La complicidad de la dictadura venezolana, se pone en evidencia cuando permite que grupos narco guerrilleros y extremistas encuentren en nuestro territorio un sitio de refugio seguro para esconderse de la justicia de sus países y hace ver como complices a los organismos internacionales, cuando los protagonistas  de estas acciones van a la sede de los organismos  a tomarles el pelo.
Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun