UNA OPOSICION
COMPLICE
“En una sociedad hay hombres con valor y hombres con precio, mientras los primeros asumen el costo de la libertad de un pueblo, los segundos se acercan como aves carroñeras.”
Antonio Semprun
Chávez, ha encontrado sorpresas en su paso por la presidencia de la Republica, desde tener la libertad de darle rienda suelta a su resentimiento, hasta administrar sin control el dinero del erario público, su mayor sorpresa ha sido tener frente a su trasnochado proyecto a una oposición blandengue que se sumerge en la complicidad para facilitarle el trabajo.
Después de catorce
años de garrafales errores y desaciertos del régimen, Venezuela, vive a diario
protestas y reclamos de diferentes sectores de la sociedad que levantan la voz
en defensa de sus derechos. Esas protestas y reclamos están conformadas por
venezolanos en los que no se diferencia el color de la franela que portan ya
sea por coacción ó por convicción.
A pesar de esa gigantesca realidad, la oposición venezolana persiste en tratar como a un demócrata a quién la asesina cada día con un proyecto político dirigido desde Cuba, esta "oposición que no es la que solía ser", como la catalogara el señor Aveledo, no se atreve a llamar al régimen por su nombre, ni a las acciones que acomete en contra de la voluntad popular, de la seguridad ciudadana y de la propia soberanía nacional.
La oposición venezolana con sus excepciones se comporta como el senador y presidente del senado Agustín Cabral, uno de los personajes de la obra de Mario Vargas Llosa ''La fiesta de Chivo”, en cada evento electoral se les llena la boca diciendo hemos avanzado y adulan este hecho como un gran "logro", mientras se radicaliza el proyecto que destruye el país frente a sus narices.
A Chávez, no le importa lo que el pueblo de Venezuela le haya negado en el referéndum constitucional del año 2007, lo ha impuesto, porque la mayor resistencia que ha tenido por parte de los "representantes" de la manejable oposición venezolana, ha sido la presentación de un documento de protesta ante el Tribunal Supremo de Justicia, instancia arrodillada a los designios del amo. La frágil e inconsistente oposición envía un mensaje equivocado al mundo, “en Venezuela se vive en democracia”.
La sociedad venezolana ávida de implementar las herramientas que le brinda el articulado de la Constitución Nacional para luchar por sus derechos se encuentra a la deriva, no saben que hacer, no encuentra quien los guie, mientras los "representantes" de la oposición están muy ocupados en atender el problema político que les permite conservar sus delgadas tajadas de poder sin importar el enorme problema social que viven los venezolanos.
Cnel.(GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun