Nadie
puede decir después de transcurridos diecisiete años de humillación e irrespeto
que el pueblo venezolano es un pueblo cobarde o que merece la podredumbre de gobierno
que hoy lo dirige, debió transcurrir más de una década para que nos diéramos
cuenta de lo que había ocurrido ya hacia algunos años, que la pirámide se había
invertido, que quienes desean vivir en libertad son mayoría.
La
democracia además de lo que representa como sistema político, es para las
sociedades una necesidad, una responsabilidad que no tiene fecha de caducidad
así pequeños grupos de sátrapas se empeñen en usarla como paraban para
disfrazar una dictadura.
Para
las dictaduras el poder es como la carroña para las aves de rapiña pelearan con
garras y picotazos para no soltarla porque de ella se alimentan, en el caso de
los dictadores el poder lo usan para delinquir y negociar, no es una opción
soltarlo, por eso maniobran, engañan y manipulan cualquier acción que conduzca
al sistema que destruyen.
El
dialogo en el que es mediador de buena fe el Vaticano, ha sido una ruleta rusa
que dio unas bocanadas de oxigeno a la dictadura de Nicolás Maduro, los títeres
de los Castro en Venezuela jamás transitaran la vía democrática, no se va al
campo a perder una batalla y menos cuando la correlación de fuerza es diez a
tres, donde ese tres pinta rojo no por ser el enemigo, la dictadura sabe que en
el camino por el rescate de la democracia perderá todo a lo que se enfrente,
por eso no habrá Referendo Revocatorio.
Sin embargo la terrible situación que viven los
venezolanos no aguanta más, ni las pretensiones de Nicolás Maduro de continuar
en el poder, ni el “poner la otra mejilla” por parte de quienes tienen que
alimentarse de los desperdicios de comida que encuentran en bolsas de basura
para no morir de hambre y de quienes a diario ven morir a sus hijos y a otros
seres queridos porque no encuentran medicinas.
El
noble pueblo de Venezuela lleva diecisiete años llevando palo, palo y palo, ha
cumplido contra viento y marea cuando le han llamado a llenar las calles, ha
sido paciente, ha confiado, se ha sacrificado, el venidero once de Noviembre la
dictadura debería “cumplir” lo acordado en las mesas de dialogo, de no hacerlo
quedara en evidencia dos cosas, la condición totalitarista del régimen o la condición democrática de la oposición,
desde ese momento cualquier acción para restituir la democracia en Venezuela
estará justificada.
Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun
coronelantoniosemprun.blogspot.com