Venezuela Camina Hacia la Esclavitud
La sumisión de un pueblo, entrega a la avaricia la autorización para dominarlo absolutamente.
Antonio Semprun
La amnesia histórica de las sociedades y la avaricia por el poder de quienes quieren poseerlo a costa de cualquier ultraje convierten a un país en mendigo y protagonista de sus propios miedos, las dictaduras hacen de la historia una plastilina que manipulan a conveniencia de sus objetivos, valiéndose de la necesidad y la pobreza en la que sumergen a los ciudadanos.
Hay dictaduras que controlan dictaduras, es el caso de la de Fidel y Raúl, sobre la del difundo y su ilegitimo heredero, pretenden borrar los hechos que los antecedieron para evitar cualquier intento de comparación entre el éxito que sustituyeron, por el fracaso que han fomentado, buscan culpables de las llagas que padece el soberano, que ponen en peligro su permanencia en el poder, cuando son ellos las llagas que produjeron la enfermedad.
El estrepitoso fracaso del experimento comunista cubano en Venezuela hace que cada día se reduzca el número de adictos criollos y extranjeros que aplauden, vitorean y repiten consignas que no entienden, pronunciadas para apoyar el "éxito" de una revolución que solo ven sus promotores, porque lo perciben en lo personal, sin importarles la permanente violación a los derechos humanos, a las libertades individuales, al desastre económico y social, que han propiciado.
Pretende el ilegitimo iletrado hacer como hizo un emperador chino nacido en el año 213 a. C., Shih Huang Ti, quien mandó quemar todos los libros que le precedían, para pretender que la historia empezaba con él, hoy los libros de historia de Venezuela son un remedo de la realidad, en los que aparecen nuevos héroes y conquistas que tienen como logro haber destruido al país, pretenden que las nuevas generaciones al mirar hacia atrás vean que la historia venezolana siempre fue miserable, en la que los ciudadanos se formaban en largas colas para adquirir un mendrugo de pan, es el legado de un régimen inepto y hambreador.
Ante la inanimada acción y la mirada pasiva de quienes levantaron la mano como en una subasta gritando YO, YO, quiero ser el "lider" que defenderá el país; Venezuela y los venezolanos caminan lentamente hacia la esclavitud bajo la dependencia absoluta de un grupo de delincuentes que se creen sus dueños. Los dictadores no cumplen sus promesas, algunos "lideres" tampoco; Fidel Castro, le respondió a Edward R. Murrow en 1959. “Me cortaré las barbas cuando cumpla mi promesa de un buen gobierno”, el sanguinario anciano morirá con una barba que no se ha cortado nunca. Chávez prometió " Me quito el nombre si durante mi gobierno no saco a los niños de la calle", murió llamándose Hugo Chávez.
Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun