sábado, 18 de junio de 2016

Ley del embudo



En Venezuela se está viviendo en dos mundos diferentes, en uno vive un pequeño numero de delincuentes, narcotraficantes, ladrones, chulos y traidores que disfrutan de abundancias, que no han sentido la desesperación que produce la escasez de comida y medicinas, que no han sentido el dolor que produce la perdida de un ser querido a manos de mercenarios, en el otro mundo vive una mayoría de seres humanos obligada a pasar hambre,  amenazada con dejarlos sin trabajo si no retiran su firma de la lista que pide un Referéndum Revocatorio en contra de un malandro.

El pueblo venezolano está viviendo lo que vivieron los habitantes de países que enfrentaron una guerra contra un enemigo,  la diferencia es que en Venezuela la guerra es contra filibusteros “nacionales” que tienen a la cabeza un extranjero que  saquearon el país y han permitido  que individuos de mala calaña establezcan en suelo patrio de manera segura sus guaridas.

Nos convirtieron en un país de indigentes, de pedigüeños por una buena causa, en diferentes partes del mundo los venezolanos que han tenido que emigrar se reúnen en grupos, crean organizaciones, ONG, para recoger comida, medicinas, equipos médicos, artículos de aseo personal, ropa “para ayudar a los hermanos venezolanos que están en crisis”, así es como se anuncian estas jornadas, el país rico que era Venezuela fue desmantelado por quienes están en el poder y pretenden continuar en el a costa de la necesidad, la vida y el hambre de un pueblo.

Millones de venezolanos que viven ésta tragedia son chalequeados por una camarilla de hampones que hace lo que les da la gana, nombran jueces con antifaz de manera ilegal en la Sala Constitucional del TSJ para que bloqueen los que les provoque, las amas de llave del CNE deciden a favor del régimen al que pertenecen lo que más les conviene, están en una constante búsqueda de estrategias para alargar su estadía en el poder y mientras eso ocurre a los venezolanos los apalean y los asesinan en las calles por gritar tenemos hambre.

En el país se están viviendo momentos muy difíciles que empeoraran con el transcurrir de los días porque quienes ejercen el poder en Venezuela no tienen  capacidad ni recursos porque se los robaron, para solucionar la crisis que crearon, y la Comunidad Internacional y sus buenos oficios la tiene muy cuesta arriba porque los intereses de los pueblos y el de los bolsillos de algunos gobernantes extranjeros son más profundos e importantes que la paz de los venezolanos.

Hagamos lo que tenemos que hacer para derogar la ley del embudo que está haciendo cumplir el régimen de Nicolás Maduro, en la que la parte angosta es para millones de personas y al ancha es para una minoría, la decisión es exclusivamente de los venezolanos, “no hay poder humano que detenga a un pueblo unido que decida transformar el miedo en poder y se pone en marcha para buscar la libertad”.

Cnel (GN) Antonio Semprún
@antoniosemprún