domingo, 10 de julio de 2016

Estatuto de Roma artículo 7 letra k


El Socialismo del siglo XXI, después de diecisiete años es un proyecto que fracasó, lo sostiene  instituciones corroídas por la corrupción que  cederán al empujón del cambio que vendrá para dar paso a la reconstrucción de un país que ahora tiene en su haber la dolorosa experiencia de lo que ocurrió y del por que ocurrió.

Venezuela enfrenta una crisis humanitaria de proporciones desastrosas que Nicolás Maduro se empeña en ocultar a toda costa porque es prueba contundente de lo inviable que es el proyecto que heredó y profundizo, el país y su población muestran graves síntomas de abusos, que hace responsable a sus autoridades de incurrir en delitos de Lesa humanidad.

Los venezolanos están muriendo por falta de medicinas que permitan atender las emergencias de salud que padecen, la dictadura niega la crisis humanitaria que sumerge a Venezuela en el caos social, económico y político más grave del continente, no hay alimentos ni medicinas, lo que ha llevado a la población a protestar masivamente en todo el país y como respuesta recibe represión y arrestos.

En una decisión criminal el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró inconstitucional la Ley Especial para atender la crisis humanitaria en materia de salud promulgada por la AN, mientras Nicolás Maduro cava su propia tumba y hace más  difíciles los días de su miserable vida al no permitir que el Fondo Rotatorio-Estratégico de Medicinas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) brinde medicinas subsidiadas para atender la emergencia ocasionada por su régimen, ni que se  reciba  ayuda del gobierno español, del gobierno Chileno, del senado y el Congreso Brasileño, de la Organización Panamericana de la Salud, de la Unión Europea o de la Organización Católica Cáritas.

La actitud indolente y pendenciera del régimen  hizo que el pasado cinco de julio la angustia de valientes mujeres venezolanas abrieran un corredor humanitario hacia Colombia, vulneraron el cordón militar que les impedía el paso para buscar medicinas y comida en un país  que ha sido solidario con su vecino cuando estaciona al otro lado del puente Internacional Simón Bolívar vehículos en los que se lee “Unidad Medico-Odontológica” donde los venezolanos adquieren antibióticos y medicamentos para enfermedades renales, gastrointestinales e hipertensión para lo que deben mostrar cedula de identidad, receta medica y paso conducto.

Un estomago vacío no conoce de Marx, de Lenin, de escuálidos o de revoluciones, el único golpe que le podrá firma y fin a este moribundo régimen es el hambre, las mujeres venezolanas serán fieras convertidas en guerras que lucharan para alimentar a sus hijos, el pueblo al que engañaron y que los encumbro en el poder será el que los baje de allí por estafadores y malandros, no hay soldado más valiente y decidido que una madre que ve a sus hijos morir de hambre.

Esa es la situación que están viviendo los venezolanos, aceptar el fracaso y enfrentar inminentemente lo establecido el Estatuto de Roma en sus artículos 7 letra k, y 8 sección b numeral XXV,  hace que Nicolás Maduro y su régimen libren una lucha que perderán contra un pueblo que debe terminar de despertar para expulsar del poder a los delincuentes que lo han llevado a la angustia, la miseria, la desesperación y la muerte.

Cnel (GN) Antonio Semprún
@antoniosemprún
coronelantoniosemprún.blogspot.com

Estatuto de Roma artículo 7 letra k


El Socialismo del siglo XXI, después de diecisiete años es un proyecto que fracasó, lo sostiene  instituciones corroídas por la corrupción que  cederán al empujón del cambio que vendrá para dar paso a la reconstrucción de un país que ahora tiene en su haber la dolorosa experiencia de lo que ocurrió y del por que ocurrió.

Venezuela enfrenta una crisis humanitaria de proporciones desastrosas que Nicolás Maduro se empeña en ocultar a toda costa porque es prueba contundente de lo inviable que es el proyecto que heredó y profundizo, el país y su población muestran graves síntomas de abusos, que hace responsable a sus autoridades de incurrir en delitos de Lesa humanidad.

Los venezolanos están muriendo por falta de medicinas que permitan atender las emergencias de salud que padecen, la dictadura niega la crisis humanitaria que sumerge a Venezuela en el caos social, económico y político más grave del continente, no hay alimentos ni medicinas, lo que ha llevado a la población a protestar masivamente en todo el país y como respuesta recibe represión y arrestos.

En una decisión criminal el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró inconstitucional la Ley Especial para atender la crisis humanitaria en materia de salud promulgada por la AN, mientras Nicolás Maduro cava su propia tumba y hace más  difíciles los días de su miserable vida al no permitir que el Fondo Rotatorio-Estratégico de Medicinas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) brinde medicinas subsidiadas para atender la emergencia ocasionada por su régimen, ni que se  reciba  ayuda del gobierno español, del gobierno Chileno, del senado y el Congreso Brasileño, de la Organización Panamericana de la Salud, de la Unión Europea o de la Organización Católica Cáritas.

La actitud indolente y pendenciera del régimen  hizo que el pasado cinco de julio la angustia de valientes mujeres venezolanas abrieran un corredor humanitario hacia Colombia, vulneraron el cordón militar que les impedía el paso para buscar medicinas y comida en un país  que ha sido solidario con su vecino cuando estaciona al otro lado del puente Internacional Simón Bolívar vehículos en los que se lee “Unidad Medico-Odontológica” donde los venezolanos adquieren antibióticos y medicamentos para enfermedades renales, gastrointestinales e hipertensión para lo que deben mostrar cedula de identidad, receta medica y paso conducto.

Un estomago vacío no conoce de Marx, de Lenin, de escuálidos o de revoluciones, el único golpe que le podrá firma y fin a este moribundo régimen es el hambre, las mujeres venezolanas serán fieras convertidas en guerras que lucharan para alimentar a sus hijos, el pueblo al que engañaron y que los encumbro en el poder será el que los baje de allí por estafadores y malandros, no hay soldado más valiente y decidido que una madre que ve a sus hijos morir de hambre.

Esa es la situación que están viviendo los venezolanos, aceptar el fracaso y enfrentar inminentemente lo establecido el Estatuto de Roma en sus artículos 7 letra k, y 8 sección b numeral XXV,  hace que Nicolás Maduro y su régimen libren una lucha que perderán contra un pueblo que debe terminar de despertar para expulsar del poder a los delincuentes que lo han llevado a la angustia, la miseria, la desesperación y la muerte.

Cnel (GN) Antonio Semprún
@antoniosemprún

coronelantoniosemprún.blogspot.com