Cuando
recorremos el camino que lleva a la libertad, nos damos cuenta que está
manchado de sangre de inocentes, de valientes y de verdugos.
Antonio
Semprun
El país está en guerra, no porque
exista una lucha entre dos naciones, está en la guerra que declaro el extranjero
que usurpa el poder en Venezuela, contra el pueblo venezolano, para mantener
contentos a los Castro, que no quieren perder el botín de guerra del que se
creen dueños.
Los venezolanos están en las
calles protestando pacíficamente por rescatar
los derechos que día a día el régimen forajido que impera en el país le ha ido
cercenado poco, la lucha la encabezan los valerosos José Félix Rivas, contemporáneos
que están dispuestos a reescribir la historia de Venezuela.
Se enfrentan con determinación y heroísmo, únicas armas que portan para defender lo que legítimamente
les pertenece, a grupos violentos del régimen,
armados con equipos de comunicación, motos y armas de fuego que los reprimen de
manera salvaje y homicida, a esta represión
injusta y desmedida se une una Fuerza Armada que perdió el rumbo de su misión y
sus principios.
El más reciente hecho de la historia
gris que vive Venezuela, lo acaba de escribir Nicolás Maduro Moros, extranjero
de nacimiento, usurpador del poder en Venezuela y títere de un par de ancianos
sanguinarios y proxenetas; Envió al Táchira un estado andino del país, un
batallón de paracaidistas, fuerza élite
entrenada para combatir enemigos, y ordeno el sobrevuelo de aviones de guerra sobre el valiente estado.
Maduro, en su oceánica ignorancia
mezclada con su delirio de poder, ha sumido a Venezuela en una guerra entre
hermanos donde al final no habrá vencidos ni vencedores porque quienes han caído y muchos de los que los han ajusticiado son
venezolanos.
La decisión de los venezolanos ser
libres devolverá al país la paz y la libertad
que merecemos, a pesar del doloso precio que estamos pagando.
Cnel
(GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun