Es preciso espantar el miedo que entumece a los pueblos para que se derrumbe una dictadura. - Antonio Semprun -
Cnel. (GN) Antonio Semprun
Oficial de la Plaza Altamira
De acuerdo con la revista 'Foreign Policy' hay por lo menos 40 dictadores en el mundo de hoy y aproximadamente 1,9 millones de personas viven bajo su opresión. Los países africanos y de Asia Central dominan la lista, sin embargo, figuran dos presidentes de América Latina, Hugo Chávez, presidente de Venezuela ocupa el sitio 17 y Raúl Castro, presidente de Cuba el lugar 21 de la lista de los peores tiranos del mundo. Los dictadores fueron clasificados por George B.N. Ayittey, de Ghana, y presidente de la Free Africa Foundation, con sede en Washington, sobre la base de cualidades innobles, traición cultural y devastación económica.
Cuando la ofensiva rebelde, con ayuda de la OTAN, se intensificó sobre Trípoli, el mandatario venezolano criticó los ataques asegurando que se estaban atacando “escuelas, hospitales, casas, centros de trabajo, fábricas y campos agrícolas” con el objetivo de “intervenir y tomar un país y sus riquezas”. Expresó “Pidamos a Dios por el pueblo libio y por los pueblos del mundo y paz para el mundo”, y calificó la situación de “masacre”.
El dictador venezolano ha sido el único que ha manifestado su apoyo a su homologo libio a quien le expresó sus deseos de “Larga vida a tí, Muamar (Gadafi), larga vida a Libia, vivirás y vencerás”, lo que le valió un reconocimiento por parte de las autoridades libias quienes le agradecieron a través de una carta el apoyo recibido. Esa actitud de incondicionalidad entre dictadores no puede tener otra razón que la que genera la complicidad en negocios realizados utilizando para ello los recursos del estado.
Lo que construyen los dictadores durante el tiempo en el que oprimen a los pueblos desaparece con su caída. El mandatario venezolanos se quedó sin estadio en Libia, el que llevaba su nombre “Estadio Hugo Chávez” inaugurado en la ciudad de Bengasi, fué transformado en bastión rebelde y se le cambió el nombre por el de “Mártires de Febrero”. Lo primero que desaparece en las dictaduras es el miedo y con él, el oprobio al que los tenía sometido el tirano.
La caída de los dictadores muestra de manera fehaciente el rostro que mantuvieron oculto por años, aquel que deja ver la opulencia grosera en la que vivían El y sus familias durante el tiempo que detentaron el poder, el mismo tiempo en el que el pueblo por él que se rasgaban las vestiduras vivieron apretándose el cinturón para poder sobrevivir.
Cada dictador tiene su estilo y lo usa para calificar a quienes se oponen a sus pretensiones viscerales, cuando caen lo que han expresado se convierte en boomerang y se transforman en ratas que buscan los huecos para esconderse mientras que las que le rendían pleitesía saltan para abandonar el barco.
La principal característica de la dictadura es, la permanencia en el poder por tiempo indefinido de un individuo y de una minoría autocrática y despótica, el régimen que está destruyendo el país asumió el poder en el año 1.999, lleva doce años en el poder con la pretensión de continuar en el hasta el 2021 lo que sumaria veintidós años, sólo superada por las dictaduras de Robert Mugabe de Zimbabwe, 30 años en el poder. Muammar AlQaddafi de Libia, 41 años en el poder (Hoy derrocado por decisión soberana), Teodoro Obiang Nguema Mbasogo de Guinea Ecuatorial, 31 años en el poder, Hosni Mubarak de Egipto, 29 años en el poder (Hoy derrocado por decisión soberana), Blaise Compaoré de Burkina Faso, 23 años en el poder, Yoweri Museveni de Uganda, 24 años en el poder y Paul Biya de Camerun, 28 años en el poder.
En Venezuela existía alternabilidad de poder cada cinco años durante los gobiernos que resultaron electos por vía popular después del año 1.958, sólo la dictadura que antecedieron este periodo duraron más tiempo. Venezuela no es una monarquía en la que se puede suceder el poder entre los miembros de una familia, ''no importa si para ello no se debe descartar el uso de las armas para permanecer en el poder como insinuara el hermano mayor del dictador venezolano en los días en los que en el horizonte de la revolución se avizoraban nubarrones de negro color.
El poder de la fuerza caduca y las dictaduras se derrumban cuando los pueblos despiertan. El mundo será un mejor lugar para vivir cada vez que caiga un dictador porque eso significa que se ha liberado un pueblo de la anarquía y la opresión de un tirano.
Cnel. (GN) Antonio Semprun
Oficial de la Plaza Altamira
De acuerdo con la revista 'Foreign Policy' hay por lo menos 40 dictadores en el mundo de hoy y aproximadamente 1,9 millones de personas viven bajo su opresión. Los países africanos y de Asia Central dominan la lista, sin embargo, figuran dos presidentes de América Latina, Hugo Chávez, presidente de Venezuela ocupa el sitio 17 y Raúl Castro, presidente de Cuba el lugar 21 de la lista de los peores tiranos del mundo. Los dictadores fueron clasificados por George B.N. Ayittey, de Ghana, y presidente de la Free Africa Foundation, con sede en Washington, sobre la base de cualidades innobles, traición cultural y devastación económica.
Cuando la ofensiva rebelde, con ayuda de la OTAN, se intensificó sobre Trípoli, el mandatario venezolano criticó los ataques asegurando que se estaban atacando “escuelas, hospitales, casas, centros de trabajo, fábricas y campos agrícolas” con el objetivo de “intervenir y tomar un país y sus riquezas”. Expresó “Pidamos a Dios por el pueblo libio y por los pueblos del mundo y paz para el mundo”, y calificó la situación de “masacre”.
El dictador venezolano ha sido el único que ha manifestado su apoyo a su homologo libio a quien le expresó sus deseos de “Larga vida a tí, Muamar (Gadafi), larga vida a Libia, vivirás y vencerás”, lo que le valió un reconocimiento por parte de las autoridades libias quienes le agradecieron a través de una carta el apoyo recibido. Esa actitud de incondicionalidad entre dictadores no puede tener otra razón que la que genera la complicidad en negocios realizados utilizando para ello los recursos del estado.
Lo que construyen los dictadores durante el tiempo en el que oprimen a los pueblos desaparece con su caída. El mandatario venezolanos se quedó sin estadio en Libia, el que llevaba su nombre “Estadio Hugo Chávez” inaugurado en la ciudad de Bengasi, fué transformado en bastión rebelde y se le cambió el nombre por el de “Mártires de Febrero”. Lo primero que desaparece en las dictaduras es el miedo y con él, el oprobio al que los tenía sometido el tirano.
La caída de los dictadores muestra de manera fehaciente el rostro que mantuvieron oculto por años, aquel que deja ver la opulencia grosera en la que vivían El y sus familias durante el tiempo que detentaron el poder, el mismo tiempo en el que el pueblo por él que se rasgaban las vestiduras vivieron apretándose el cinturón para poder sobrevivir.
Cada dictador tiene su estilo y lo usa para calificar a quienes se oponen a sus pretensiones viscerales, cuando caen lo que han expresado se convierte en boomerang y se transforman en ratas que buscan los huecos para esconderse mientras que las que le rendían pleitesía saltan para abandonar el barco.
La principal característica de la dictadura es, la permanencia en el poder por tiempo indefinido de un individuo y de una minoría autocrática y despótica, el régimen que está destruyendo el país asumió el poder en el año 1.999, lleva doce años en el poder con la pretensión de continuar en el hasta el 2021 lo que sumaria veintidós años, sólo superada por las dictaduras de Robert Mugabe de Zimbabwe, 30 años en el poder. Muammar AlQaddafi de Libia, 41 años en el poder (Hoy derrocado por decisión soberana), Teodoro Obiang Nguema Mbasogo de Guinea Ecuatorial, 31 años en el poder, Hosni Mubarak de Egipto, 29 años en el poder (Hoy derrocado por decisión soberana), Blaise Compaoré de Burkina Faso, 23 años en el poder, Yoweri Museveni de Uganda, 24 años en el poder y Paul Biya de Camerun, 28 años en el poder.
En Venezuela existía alternabilidad de poder cada cinco años durante los gobiernos que resultaron electos por vía popular después del año 1.958, sólo la dictadura que antecedieron este periodo duraron más tiempo. Venezuela no es una monarquía en la que se puede suceder el poder entre los miembros de una familia, ''no importa si para ello no se debe descartar el uso de las armas para permanecer en el poder como insinuara el hermano mayor del dictador venezolano en los días en los que en el horizonte de la revolución se avizoraban nubarrones de negro color.
El poder de la fuerza caduca y las dictaduras se derrumban cuando los pueblos despiertan. El mundo será un mejor lugar para vivir cada vez que caiga un dictador porque eso significa que se ha liberado un pueblo de la anarquía y la opresión de un tirano.