El
nuevo zarpazo que mediante medidas precautelativas
de cinco tribunales penales regionales le dieran a la democracia en Venezuela
al paralizar el proceso para activar el Referéndum Revocatorio, decisión que el
Consejo Nacional Electoral (CNE) en “apego
al marco constitucional” acató, es un paso más de la dictadura que
termino de quitarse la mascara que los “lideres” políticos de la oposición se
empeñaban en no ver.
Esta
decisión evidencia que la salida a la crisis que vive el país no es electoral, las
dictaduras no se miden democráticamente porque
el desprecio y el odio que muestran por el pueblo que humillan y dejan morir de mengua para favorecer a su
anillo más intimo hace que pierdan su apoyo y su respeto.
La
dictadura no ha sido la única que ha pisoteado a los venezolanos, lo ha
permitido la falta de un liderazgo homogéneo y contundente, que con acciones
lentas e ingenuas a pesar de tener una mayoría de ciudadanos respaldándolos han
permitido que una banda de malhechores destruya la vida de los venezolanos y el
futuro del país.
Diosdado
Cabello en una alocución nacional expresó “no nos vamos a dejar tumbar” pero
resulta que la dictadura esta caída, esta sostenida por el minúsculo apoyo de
una cúpula militar corrupta y la falta de acciones contundentes por parte de
quienes recibieron el 6D un mandato popular y no han logrado estar a la altura del momento
histórico que demanda el país.
La dictadura
con la decisión de un tribunal penal de prohibir la salida del país a miembros
de la MUD, le toca la puerta a quienes no han sabido de escasez de medicinas,
de falta de alimentos en sus mesas y la inseguridad no los ha tocado debido a
las bondades que los cargos ofrecen.
Venezuela
vive las horas más difíciles de su historia contemporánea, la solución está en las manos de los
venezolanos unidos en un solo objetivo, sin importar el color de la franela, el
traje y el uniforme que porten, llego el momento de usar las herramientas
constitucionales que la Carta Magna establece, los artículos 328, 333, y 350,
es tiempo de llenar las calles en demanda de legítimos derechos, es tiempo de
que los militares se pongan las botas porque la institución que representan
esta en deuda con la sociedad venezolana.
Ya
basta de poner la otra mejilla, cuando Jesús en el Sermón del Monte pronuncio
la frase “poner la otra mejilla”, nunca dijo que un cristiano no se defendiera
de agresores violentos, venezolanos llego el momento de defendernos de ladrones
y agresores violentos, la decisión está en nuestras manos, esa decisión terminara
con la angustia, la humillación y el irrespeto al que nos han sometido.
Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun
coronelantoniosemprun.blogspot.com