domingo, 7 de marzo de 2010

LO QUE DIFERENCIA UN DEMOCRATA DE UN DICTADOR

La libertad es más valiosa que el poder, los hombres virtuosos luchan por ser libres, los hombres indignos se venden por poder. - Antonio Semprun -

Cnel. (GN) Antonio Semprun
Miembro de la Plaza Altamira


La Corte Constitucional de Colombia falló en contra de la ley que habría permitido la posibilidad de una tercera candidatura del Presidente Álvaro Uribe por considerar que constituía una ''Grave violación de los principios democráticos a saber Transparencia y Pluralismo''. El presidente colombiano haciendo gala de su inobjetable condición de estadista y respeto a la decisión de uno de los poderes del Estado acató la decisión y expresó ''Que le serviría a Colombia desde el lugar donde estuviese".

En Venezuela el pueblo le dijo a Chávez en una consulta popular que no quería una modificación de la Constitución Nacional que permitiera la reelección indefinida del Presidente de la República a lo que hizo caso omiso y etiquetó la victoria del pueblo venezolano con palabras soeces, desconoció la voluntad del poder del pueblo e impuso la suya apoyado por el servilismo y la humillación de los miembros de los poderes del Estado que se arrodillaron ante el dictador.

Esa es la demoledora diferencia entre un honorable demócrata y un vil dictador, no es fácil el camino por recorrer es por eso que los miembros de los partidos políticos, los miembros de la sociedad que están aspirando a un curul en la Asamblea Nacional entiendan que es hora de dejar de lado las mezquinas aspiraciones personales. El único sentimiento que debe prevalecer es el rescate de Venezuela que representa el rescate del futuro de la familia venezolana.

No es sólo unirse, se debe diseñar la estrategia que permita defender el voto que cambiará la correlación de fuerzas de la Asamblea Nacional porque de no ser así, de no defender a ultranza la voluntad de los venezolanos, no van a tener patria en la que puedan aspirar a una muy fina cuota de poder a menos que se arrodillen y laman las botas de dictador.

Se ha recorrido un camino plagado de errores y equivocaciones, es preciso rectificar para tener la madurez de mirarnos en el espejo de los miembros del Senado Argentino o hacer un mea culpa de las pasadas elecciones para gobernadores del Estado Bolívar. Chávez es sólo la marioneta en el escenario, detrás del telón están los hermanos Castro a quienes verdaderamente hay que derrotar en las elecciones venezolanas del 26 de septiembre.

Venezuela representa hoy por obra y gracia de un presidente traidor PDVSA, el Banco Central, el Poder Legislativo y el Poder Judicial de Cuba. Es por eso que la consigna debe ser UNIÓN y DEFENSA. Cuba entiende lo que significaría perder la Asamblea Nacional. Hay que despertar y dejar de ser incautos pretendiendo creer que el siniestro huésped cubano Ramiro Valdés residenciado en nuestro país permitirá una derrota del gobierno en las elecciones del 26 de Septiembre. Esa es una realidad incuestionable que ignorarla sería como subir a un campanario donde doblan las campanas y pretender que no las oímos.

Es el momento de unirse, no existe otra opción, es unirse o entregarle Venezuela a los Castro y pintar de demócrata a un dictador. Se aproxima el momento en el que tenemos la oportunidad de ser protagonistas de nuestra historia contemporánea escribiendo una página en la que las generaciones venideras puedan leer. Cuando la democracia en Venezuela estuvo a punto de extinguirse por la acción de un traidor, los líderes políticos, los líderes sociales, las personalidades independientes, los venezolanos todos se unieron dejando a un lado sus apetencias personales el color de sus franelas para rescatar la democracia.

Líderes políticos miembros de la sociedad civil, escriban sus nombres en la página de la historia que reseñará el rescate de nuestro país. Unidos tendrán la oportunidad de luchar por sus aspiraciones. En estos tiempos difíciles para Venezuela, el único sentimiento que debe prevalecer es la unión. El país nos reclama unidos. Tengamos presente que el mal entiende que unidos pueden derrotar el bién.