sábado, 4 de junio de 2016

Manada de hienas


Después del grave accidente que sufrió  el país que lo mantiene en terapia intensiva desde hace diecisiete años, no hay un venezolano que no sufra la escasez y el desabastecimiento que hay en el país, que no se queje de en lo que convirtieron a Venezuela los delincuentes que han hecho del poder que usurpan la pistola que los asesina.

Para tapar el monumental desastre que crearon, colocaron una mordaza a la libertad de expresión, por lo que la prensa extranjera cada vez con mas frecuencia refleja la realidad de inseguridad, miseria y muerte que viven los venezolanos, la más reciente noticia fue la muerte de Oliver Sánchez, un niño venezolano de ocho años que perdió la batalla contra un linfoma No-Hodgkin por no tener medicinas para combatirlo a pesar de haber hecho publica su necesidad.

Mientras Oliver mostrando su gallardía se sumo a una de las tantas protestas que a diario se ven en el país por falta de medicinas, se sentó en la banca de una plaza publica con su boquita tapada para enviar al régimen depredador de Nicolás Maduro y al mundo un mensaje escrito por él en una cartulina blanca que decía “QUIERO CURARME, PAZ Y SALUD” su corta vida se estaba yendo, el mensaje  escrito por Oliver gritaba en silencio lo que le esta pasando a muchos venezolanos que están muriendo porque no encuentran las medicinas para combatir la enfermedad que los  aqueja.

Dinero y poder impiden a las indolentes madres de ésta repugnante revolución, escuchar la palabras de la abuela de Oliver Sanchez,  cuando expreso “que su nieto le decía que quería vivir, que era un niño muy fuerte” se resigna diciendo “PERO BUENO, NO SE PUDO NO SE PUDO”, porque tienen la madres venezolana que resignarse a que sus hijos pierdan la vida, que sus hijos no cumplan sus sueños de ser bailarin, inventor o bombero como soñaba Oliver, y  porque los hijos de las “madres revolucionarias”  si verán cumplidos los sueños y si podrán lograr vivir si los ataca una penosa enfermedad, seguramente porque estas ultimas creen que con el dinero robado le sobran los medicamentos que necesitan.

Nicolás Maduro, responsable de la tragedia humanitaria en la que su régimen sumergió a Venezuela ignoro el mensaje de Oliver Sánchez, hoy este niño venezolano es un numero más que engrosa la trágica estadística de muerte de un régimen asesino que el único objetivo que persigue es mantenerse en el poder a cualquier precio. Mientras las cuentas bancarias de los delincuentes del régimen engordan en bancos extranjeros como resultado del robo al erario nacional, en Venezuela más de cinco mil mujeres con cáncer de mama corren riesgo de perder la vida, más de dieciséis mil venezolanos presentan graves problemas renales, un enorme numero de ancianos corren  riesgos de hipertensión  o diabetes y más del ochenta por ciento de los hospitales del país no tienen equipos ni insumos médicos.

La muerte de Oliver no le importo al régimen como no le importara las vidas de quienes continúen muriendo, en su esquizofrénica carrera por conservar el poder   solo habla de golpes de Estado cuando son ellos quienes golpean al Estado, impone regulaciones, decreta Estados de Excepción y de Emergencia, ordena a la servidumbre atrincherada en el CNE y en la Sala Constitucional del TSJ decapitar toda acción que pueda poner en riesgo el poder que ostentan.

La manada de hienas que en Venezuela soltaron los sanguinarios hermanos Castro siguen haciendo sus marra musías y riéndose de ellas debido al servilismo, la traición y la complicidad de una cúpula militar corrupta y de algunos políticos negociadores, por lo que la opción que tenemos los venezolanos es actuar en legitima defensa para hacer el trabajo de quienes la ambición personal y partidista no les deja ver el calvario que viven sus compatriotas.

Cnel (GN) Antonio Semprún
@antoniosemprún
coronelantoniosemprún.blogspot.com