El país que se ha desdibujado en
los últimos dieciséis años debido al zarpazo que le diera un grupo de mercenarios sedientos de
poder, lo transformo de la vitrina de
democracia que era en calco de dictadura y madriguera de delincuentes.
Durante más de un década Venezuela
ha sido escenario para la lucha entre quienes están decididos a permanecer en él poder a cualquier costo como
lo dijera recientemente en cadena
nacional Nicolás Maduro y quienes con buenas intensiones desean devolver la libertad al país y el
respeto a sus ciudadanos.
Para quitarle un pais de las
manos a los dictadores las buenas intenciones no bastan porque el temor de estos a perder el poder que les
brinda impunidad los lleva a pensar y actuar al mejor estilo stalinista, no
importa quién vota sino quien cuenta los votos y en Venezuela los cuenta el CNE,
organismo electoral arrodillado al poder ejecutivo.
En cada contienda electoral que
se ha librado en los últimos años entre
quienes decidieron ser eternos en el poder y quienes desean despojarlo de él,
ha habido un ganador y un perdedor como
en toda lucha, solo que en Venezuela el árbitro (CNE), ha dado ganador a quien
irreversiblemente ha sido el perdedor.
En el horizonte político de
venezolano se avizora un hecho histórico por lo que representa el resultado del
mismo y que dependerá de la postura del pueblo que ha sido víctima del régimen
totalitario que se quiere cambiar, frente a este hecho hay dos verdades en
Venezuela el venidero seis de Diciembre, que el régimen hará fraude porque perdió
la calle y la confianza de sus electores debido a la desgracia que viven y que
la oposición ganara de manera contundente las elecciones.
Ante esa verdad hay que
preguntarse, está la oposición representada en la Mesa de la Unidad Democrática
(MUD) dispuesta a hacer respetar lo que a pesar de la ausencia de observadores
internacionales será una victoria irreversible, el régimen tiene arrodillado a
los poderes del estado y los venezolanos tienen la fuerza de un pueblo
dispuesto a defender su legitimo derecho a que lo respeten, a tener mejores
oportunidades de vida, y a poder elegir su propio futuro, las dictaduras no entregan el poder de manera democrática
lo que impone una posición de rebelión permanente por parte de los ciudadanos,
cualquier vía que represente él rescate de la libertad de un país debe transitarse
consientes y decididos a pagar el riesgo
que conlleva.
Cnel (GN)
Antonio Semprun
@antoniosemprun
Coronelantoniosemprun.blogspot.com