sábado, 26 de octubre de 2013


Patológica Herencia en Venezuela

 
Aquel que no ha sudado  lo que sus manos encuentran en sus bolsillos para satisfacer sus necesidades, no le preocupa  regalarlo o malversarlo
                                                               Antonio Semprun

La manera más patética que tuvo el difunto dictador para demostrar su "gran" amor por Venezuela y el soberano como solía llamar al pueblo, fue desmontar sus instituciones democráticas para dar paso al modelo fracasado del comunismo, permitir la invasión de manera pacífica por parte de las huestes de Fidel y Raúl Castro, entregar sus riquezas  a otros países para erigirse como líder continental a costa de su destrucción  y la mendicidad de sus ciudadanos.

La destartalada herencia trasmitida a quien arrastra el peso de la ilegitimidad, aunada a innumerables deficiencias de cultura general,  buena dicción,  conocimiento del país que desgobierna,  que está rodeado, de narcotraficantes, corruptos, saqueadores de oficio y delincuentes de cuello rojo, nos condena a ser un país que marcha a paso veloz hacia el siglo IXX.


El verdugo de la democracia  venezolana hoy fallecido y su corte de aduladores, la misma que  acompaña a su iletrado heredero son arquitectos de fracaso, miseria, ruina y muerte, han sido muy eficientes para convertir  a Venezuela en un país en penumbras debido al fracaso de Corpoelec, sus calles, puentes y avenidas se muestran como las de un país en guerra por las que transitaron las orugas de pesados tanques, sus hospitales parecen instalaciones saqueadas por el vandalismo, su principal empresa fue convertida en botín de filibusteros y sus reservas en oro fueron fundidas en maletas y maletines que salen ilegalmente de nuestras fronteras, para engordar millonarias cuentas cifradas en bancos extranjeros.

Maduro y su fracasada política económica hace que los venezolanos amanezcan cada día más pobres, con menos calidad de vida, mientras ellos son cada vez más ricos, son los reyes de un país de súbditos pobres,  este desgobierno logro uno de los objetivos del difunto dictador, que los ricos y los pobres fueran iguales,  en Venezuela ni  ricos ni  pobres encuentran papel toilette, harina pan, leche, café o aceite, no tienen seguridad, son iguales en la desgracia en la que los ha sumido este régimen hambreador.

Hoy Venezuela además de carecer de los artículos indispensables para la cesta básica de los venezolanos, quienes la desgobiernan carecen de principios, carecen de moral y luces que se han convertido en nuestras primeras necesidades.

Cnel (GN) Antonio Semprun

@antoniosemprun