sábado, 23 de noviembre de 2013

Maduro y Su Reino De Delincuentes
 
 
El poder sin principios corrompe de manera soez, convirtiendo a quienes lo ostentan en delincuentes y verdugos.
                                         Antonio Semprun
 
No se puede continuar atracando a un pueblo sin quitarse la careta, fue lo que hizo el ilegitimo presidente de Venezuela al pedir poderes extraordinarios a través de una Ley Habilitante, aprobada con la complicidad de los arrodillados poderes del estado y la avaricia del diputado 99.
 
La herencia de una Venezuela en bancarrota debido a la implementación  de equivocadas decisiones políticas, sociales y económicas copiadas al pie de la letra de la Cuba de Fidel y Raúl,  transportaron al país al  siglo IXX, en esa pesada herencia el iletrado heredo también  la banda de delincuentes que los últimos catorce años se ha adherido a la robolución.
 
Hoy las cúpulas de poder están en posesión de extranjeros, corruptos, saqueadores, delincuentes y narcotraficantes lo que hace presagiar cual serán el futuro del país y sus ciudadanos si no se toman medidas urgentes para expectorar del poder a quienes conforman una guarida de delincuentes.
 
Porque pedir poderes absolutos, cuando todos los órganos del estado son controlados por el ejecutivo a través de dadivas, chantajes o amenazas, cual puede ser la razón si los delincuentes están libres y utilizan la Constitución Nacional como traje a la medida.
 
Será que los octogenarios hermanos caribeños  decidieron que es tiempo de fundir a Venezuela y Cuba, para hacer realidad el sueño del barbudo dictador y su difunto discípulo, e implementar lo que establece el artículo 153 de la Constitución Nacional venezolana.
“La República promoverá y favorecerá la integración latinoamericana y caribeña, en aras de avanzar hacia la creación de una comunidad de naciones, defendiendo los intereses económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales de la región. La República podrá suscribir tratados internacionales que conjuguen y coordinen esfuerzos para promover el desarrollo común de sus naciones, y que aseguren el bienestar de los pueblos y la seguridad colectiva de sus habitantes. Para estos fines, la República podrá atribuir a organizaciones supranacionales, mediante tratados, el ejercicio de las competencias necesarias para llevar a cabo estos procesos de integración. Dentro de las políticas de integración y unión con Latinoamérica y el Caribe, la República privilegiará relaciones con Iberoamérica, procurando sea una política común de toda nuestra América Latina. Las normas que se adopten en el marco de los acuerdos de integración serán consideradas parte integrante del ordenamiento legal vigente y de aplicación directa y preferente a la legislación interna.”
 En un país donde los "NO CREO"  se han hecho  realidad, debemos tomar muy en serio lo que muchos dirían “eso sería una locura”, “Venezuela no es Cuba”.
 
Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun