En Venezuela llegamos al llegadero
A Venezuela
una camarilla de lacras la adaptaron al guión de una película de terror, tiene
el peor desempeño económico del mundo,
es el país más inseguro del mundo, tiene el mayor déficit fiscal del
mundo, tiene el más grande e ilegal endeudamiento del mundo, tiene la mayor
inflación del mundo, en conclusión un país donde vive una desgracia la gente
más noble del mundo.
En
ésta película millones de personas ven en la basura que se encuentra en las
calles restaurantes ambulantes en los que hurgan para encontrar algo que los
alimente, las mujeres venezolanas dan a luz en las colas que deben hacer frente
a un supermercado o un centro hospitalario, en las morgues los cadáveres
explotan por la escases de formol y la inoperatividad de los equipos de refrigeración y las medicinas
y los alimentos de primera necesidad se
convirtieron en artículos suntuosos en extinción.
La
dictadura coloco un cerrojo a la decisión de cambio de los venezolanos, lo que
los obliga a ejercer de manera contundente y sostenida el poder que como pueblo
soberano tiene, no se quieren divisiones y eso implica dos cosas, que quienes tienen la responsabilidad de
ejecutar un mandato entiendan que el alargue del tiempo cobra cada día más
victimas, y que hay una enorme masa humana dispuesta a cambiar esa situación que
ésta a punto de convertirse en un tsunami que se llevara por delante a quienes
han sido responsables de su tragedia y a quienes han sido incapaces de escuchar
los gritos de necesidad del pueblo venezolano.
En
Venezuela la desesperación y la impotencia están llegando al llegadero, la
dictadura y sus actores se niegan a transitar el camino democrático, ante esa
posición los millones de venezolanos que viven las consecuencias de su irracionalidad
deben transitarlo unidos y en paz, la
Constitución Nacional no perderá vigencia si dejamos de observarla por una acto
de fuerza que desconozca a un régimen,
legislación o autoridad que contrarié los valores, principios y garantías democráticos
o menoscabe los Derechos Humanos, los artículos 333 y 350 de la Carta Magna así
lo rezan.
Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun
coronelantoniosemprun.blogspot.com