- Antonio Semprun -
Cnel. (GN) Antonio Semprun
Oficial de la Plaza Altamira
En un país donde existen presos políticos, donde se persigue a quien piensa diferente al régimen, donde se expropian bienes y propiedades que pertenecen a quienes los han obtenido y trabajado por años, donde existe un exilio político, donde se amordaza la libertad de expresión, donde se violan los derechos fundamentales de la población, no puede decirse que es un país que vive bajo las normas de la democracia.
Venezuela está convertida hoy en una dictadura donde la independencia de poderes dejó de ser una característica de un país democrático porque quienes representan los poderes del Estado son súbditos asalariados que doblan sus rodillas para cumplir sin objeción lo que a Chávez se le ocurre cuando está en su programa dominical, no importa lo ilógico, lo ilegítimo o aberrado que pueda ser su ocurrencia, basta que sea una idea, un deseo o un capricho del dictador, eso es suficiente para que represente la panacea a la que hay que aplaudir, alabar, rendirle culto y poner en práctica saltando cualquier obstáculo administrativo o legal para agradar al dictador.
Venezuela está convertida hoy en una dictadura donde la independencia de poderes dejó de ser una característica de un país democrático porque quienes representan los poderes del Estado son súbditos asalariados que doblan sus rodillas para cumplir sin objeción lo que a Chávez se le ocurre cuando está en su programa dominical, no importa lo ilógico, lo ilegítimo o aberrado que pueda ser su ocurrencia, basta que sea una idea, un deseo o un capricho del dictador, eso es suficiente para que represente la panacea a la que hay que aplaudir, alabar, rendirle culto y poner en práctica saltando cualquier obstáculo administrativo o legal para agradar al dictador.
Los profundos resentimientos, los inevitables complejos, la oceánica ignorancia de Chávez lo han llevado a exigir la presencia en Venezuela de Carlos Andrés Pérez, un anciano de 87 años, enfermo en deterioradas condiciones físicas psíquicas y psicológicas además de presentar múltiples afecciones cardiacas. Es el mismo venezolano que el 4 de febrero de 1992 El quiso derrocar usando las armas de la República y asesinarle la familia que se encontraba en la residencia presidencial La Casona. Hechos donde murieron centenares de venezolanos, unos engañados por el dictador en su afán de tomar el poder por la fuerza y otros queriendo defender la democracia.
Uno de los poderes de Chávez, el máximo tribunal aprobó la petición de extradición de Carlos Andrés Pérez que realizó la Fiscal General también se imputó al General Italo de Valle Aliegrio Ministro de la Defensa cuando los sucesos ocurridos en el año 1989 conocido como el Caracazo. En ese tiempo los venezolanos vivíamos en una democracia que pudo haber tenido errores y aciertos pero donde no había odio entre familias por pertenecer a una tolda política, donde las decisiones judiciciales no estaban fundamentadas en odios viscerales. La decisión del máximo tribunal es el espejo en el que más pronto que tarde, Chávez y sus acólitos habrán de mirarse para que rindan cuentas por los venezolanos muertos de Puente Llaguno por la presencia de miembros de la guerrilla colombiana en nuestro territorio, por la vil entrega de nuestro suelo y patrimonio a intereses extranjeros, por las muertes de la Plaza Altamira.
La Comunidad Internacional es un invitado de piedra ante las acciones y actuaciones de Chávez que han llevado a la instauración de una dictadura en Venezuela sin el más mínimo signo de censura por parte de sus miembros. Son muchas las conciencias y los intereses que la chequera del petróleo venezolano puede comprar, los pueblos son hermanos por tradición pero quienes los gobiernan son mercenarios por conveniencia. Como explicar entonces que lo que debe encender todas las luces de alarma en un país donde sus autoridades pisotean y violan la Constitución para reelegirse en el poder indefinidamente no sea motivo de condena por parte de los organismos multilaterales.
La decisión de la Corte Suprema de Colombia al impedir una tercera reelección del Presidente Alvaro Uribe por considerar que eso representaba una violación a los principios democráticos y de alternabilidad del país Neogranadino fué bien acogida en el seno de la Comunidad Internacional y señalada como una clara manifestación de respeto a las reglas democráticas. Porque entonces no se condena la pretensión de un autócrata de perpetuarse en el poder que no sólo representa la desgracia y el atraso del pueblo venezolano sino que también representa un peligro inminente para la estabilidad y la paz de las instituciones democráticas de América Latina. La Comunidad Internacional debe tener en cuenta que la paz del vecino es la paz propia.
Venezuela es hoy en día una copia en papel carbón de Cuba donde el régimen de los Castro deja morir de hambre a sus opositores, donde se persigue se atropella y se somete al escarnio público a un grupo de madres, esposas, hijas, hermanas que lo único que demandan es la libertad de quienes han estado presos por años por el único delito de pensar diferente al régimen que los ha oprimido por más de medio siglo. Si en los países donde se abraza la democracia como sistema de gobierno sus autoridades ejercen el poder alternativamente por un periodo de tiempo.
Cual es el régimen que se ejerce en aquellos países en los que sus autoridades modifican la Constitución a su medida para pretender gobernar indefinidamente.