El diagnostico que presenta
Venezuela después de los últimos diecisiete años en los que ha estado en manos
de ladrones, saqueadores y narcotraficantes es muy crítico en lo social, económico y político,
eso nos lleva a buscar formas de acción urgentes que permitan rectificar el
rumbo que la lleva directo a un precipicio.
Este diagnostico es el resultado
de la actuación cómplice, ambiciosa, traicionera y carente de servicio social
de quienes ocupan los más altos cargos en los poderes del estado y en las Fuerza
Armadas Nacionales, delincuentes con
toga y birrete, portadores de uniforme que el brillo de soles y doradas
estrellas encegueció y la profundidad de
sus bolsillos les hizo olvidar el compromiso de su juramento.
La cobardía disfrazada de
protección al pueblo de quien en su momento no tuvo visión de historia, ni la valentía
de defender resultados y la complicidad con el régimen de una parte del sector
opositor también son responsables de ésta debacle, es momento de definiciones,
de tomar acciones que eviten el descarrilamiento del país.
Ciertamente la situación que vive
el país se debe a la actuación cobarde y servil de un grupo de venezolanos que deben
pagar por sus actuaciones con prisión y degradación, pero también es cierto que
en todos los sectores de la sociedad existen venezolanos dispuestos a
reconstruir el país teniendo como base los principios democráticos, el respeto
a la vida y el respeto a la opinión ajena.
Las instituciones del estado deben
ser saneadas y concientizadas para enfrentar los tiempos que vendrán, tiempos que
ameritan revisión y promulgación de leyes, control del gasto público, defensa
de los Derechos Humanos, enfrentar y combatir a los grupos armados que
atemorizan a la sociedad y que son bebes de pecho comparados con los extranjeros
cubanos, chinos, rusos, bielorrusos, narco-guerrilleros que como hienas
pretenden seguir mordiendo a los venezolanos, saqueando las riquezas del país y
viviendo ocultos en nuestro territorio al que convirtieron el guarida de delincuentes.
La soberanía reside intransferiblemente
en pueblo como reza el artículo cinco de la Constitución Nacional y pueblo es
la gente común, entonces el problema que vive Venezuela es de todos y no se
debe excluir ningún sector que la conforme por temor, por ambición o por
aspiración del poder, en la unión monolítica
del pueblo está la paz y la calidad de vida que merece y necesita.
Todos somos culpables de lo que
está viviendo Venezuela, su salvación pasa por la profilaxis en las
instituciones del estado y por entender que la unión cívico-militar no debe
producir miedo ni preocupación en ninguno de los miembros de la unión, el país
necesita para su rescate de un trabajo en equipo permanente, que este huérfano
de ambiciones personales y partidistas, porque detrás del grave problema de
desabastecimiento e inseguridad que enfrenta, esta uno de mayor envergadura el interés
foráneo en nuestro territorio.
Cnel (GN) Antonio
Semprun
@antoniosemprun
coronelantoniosemprun.blogspot.com