Para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios.
- Simón Bolivar -
Cnel (GN) Antonio Semprun
Lo que está sucediendo en el pequeño y gigante país centroamericano ha abierto una página en la historia democrática contemporánea que habrá de ser motivo de estudio en las universidades del mundo por los nuevos retos que esta enfrentando la democracia en este histórico acontecimiento. Países, organismos multilaterales y analistas políticos han decidido adoptar el hobby de Elton John y se ponen el lente que convenientemente les permita leer lo que esta ocurriendo en Centroamérica. Algunos han abierto el libro en la mitad y desde allí han comenzado su lectura. Si el libro se lee desde el principio entende ríamos que el pueblo Hondureño quiso poner freno a la franquicia de la agenda Marxista-Leninista del siglo XXI que esta tratando de imponer un personaje mentiroso dueño de un ego infinito que sin duda alguna se ha ganado un sitio en lo que él, llama el basurero de la historia. Esta franquicia tiene como receta llegar al poder por la vía electoral para después hacer de las constituciones del país un traje a la medida como ha ocurrido en Venezuela, Ecuador, Bolivia y también en Nicaragua donde el presidente Daniel Ortega ya manifestó su deseo de formar parte del Club. En Honduras todas las luces indicaban que el camino a seguir por Manuel Zelaya era imponer la receta dictada por el presidente venezolano. Para quienes han comenzado la lectura del libro en la mitad es importante que sepan que en la primera parte de ese mismo libro en este episodio centroamericano se pueden leer los esfuerzos realizados por los otros poderes Hondureños para que no se implementara una cuarta urna a la que Manuel Zelaya llamo la urna Fraterna Constituyente que violaba la Constitución de ese país por estar reñida con la reelección presidencial, aún así y después que la Fuerza Armada de Honduras no cumpliera con la orden presidencial de repartir la urna a nivel nacional. El aún presidente irrumpió acompañado de centenares de simpatizantes en una instalación militar para extraer el material electoral e implementar la colocación de la cuarta urna, por estas acciones y por la testarudez de Zelaya aún cuando eso a todas luces representaba la violación de la Carta Magna de Honduras. No hubo intervención ni señalamiento de ningún organismo multilateral ni de ningún país para que no se violara la constitución de ese país. Ciertamente los países no tienen amigos, tienen intereses y en la mayoría de la oportunidades esos intereses que aplastan y acallan los gritos de los pueblos. Ha de ser por eso que en el afán de sus intereses, el presidente venezolano le entregó la receta a Zelaya indicándole los pasos a seguir, asegurándole su apoyo incondicional. Igualmente el de los países miembros del ALBA, el de los representantes de alguno que otro organismo multilateral y el de aquellos países a quienes les regala el petróleo venezolano. Por esta razón es que quienes leen este libro desde la mitad, deben entender que Chávez y su delfín Hondureño no contaron con encontrarse en un país pequeño con un nacionalismo gigante. El mismo nacionalismo que le ha faltado a otros pueblos. Honduras hoy es señalada y condenada por los lectores de la segunda mitad del libro por el ''Delito o la Gorilesca Acción'' de defender su futuro democrático. Jim Demint, funcionario del Departamento de Estado dijo acertadamente bajo el punto de vista de los lentes que me he puesto'' Honduras estaba defendiendo la constitución bajo la regla de la ley ''. Los sacrificios por los que hoy pasa el pueblo Hondureño les dará el triunfo mañana y les esculpirá un lugar en la historia como el David, que con su clara visión democrática se impuso y venció a el Goliat que pretendió robarles el futuro y la libertad de su pueblo.
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