martes, 5 de abril de 2011

Enemigo número uno de América Latina, descarrila las Instituciones en Venezuela


Cuando el honor, la dignidad y el respeto se cambian por el servilismo, la complicidad y la adulación es imperioso rectificar para no desaparecer.

-Antonio Semprun-


Cnel. (GN) Antonio Semprun

Oficial de la Plaza Altamira


Las instituciones democráticas son las columnas sobre las que debe sostenerse la paz social, la seguridad jurídica y la educación competitiva de un país, estas deben ser independientes para que pueda haber el equilibrio necesario que administre decisiones y acciones justas para eso es imperativo que quienes conforman estas instituciones tengan claro que son creadas para el bienestar colectivo y no el bienestar particular.


El dictador venezolano quiere evitar que se repita lo ocurrido el pasado 11 de abril del año 2002 cuando oficiales de las Fuerza Armada Nacional desobedecieron la orden de implementar el Plan Ávila en contra de la población civil, necesita tener a su disposición una milicia adscrita a su trasnochado proyecto político que cumpla incondicionalmente sus ordenes sin importar el precio social que pueda resultar al impartir órdenes irresponsables como ya lo ha hecho en el pasado cuando ordenó la movilización de tropas y equipo de guerra a la frontera con Colombia y el uso de armas de guerra contra venezolanos que protestaban de manera pacífica por sus derechos.


La modificación de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas Nacionales (LOFAN) mediante un inconstitucional decreto que le confiere poderes a la Milicia Bolivariana se debe a que el horizonte del futuro político no presagia resultados favorables al régimen lo que lo lleva a preparar un peligroso terreno para enfrentar lo que a todas luces se ve venir como una derrota inevitable en la elecciones presidenciales del 2012. La creación de este cuerpo armado sin experiencia en el uso de las armas pero con ellas en su poder abre un preocupante panorama para la inestable paz social del país.


Aún cuando venezolanos comprados o utilizados en su ignorancia conformen la Milicia Bolivariana y sean inexpertos en el uso de las armas con el sistema de extranjería controlado por el desgobierno y las puertas del país abiertas para el ingreso de nacionales de dudable reputación provenientes de latitudes amigas del régimen, estos expertos en el uso de armas y que no dudaran en usar la fuerza para defender al caudillo que pagará por sus servicios hace de esta modificación de la LOFAN una verdadera patente de corso que se utilizará sin ningún escrúpulo para permanecer en el poder a cualquier precio.


La medida que ha asumido el dictador venezolano escudándose en las atribuciones que le concede la Ley Habilitante que le fuera otorgada tomando como excusa la emergencia ocasionada por las lluvias en el año 2010, somete a los miembros de las Fuerzas Armadas Nacionales a una aberrante humillación que busca terminar con la agónica institucionalidad de las Fuerzas Armadas, no basta sólo con el descontento de sus miembros, porque un descontento cuadripléjico sólo los hace cómplices de los agravios que esta milicia cometa contra los venezolanos con las armas que la Republica le encomendó a los miembros de las Fuerzas Armadas porque estas armas serán utilizadas por Milicianos nacionales y extranjeros que conformaran la guardia personal de quien ha hecho de Venezuela un país que ha regresado al pasado.

La misión de esta milicia no es proteger la Republica y sus instituciones, no tiene como objetivo velar por la paz ciudadana. Esta milicia fué creada para defender el régimen autocrático que encabeza el Teniente Coronel Presidente. En las verdaderas democracias no se crean instituciones paralelas para satisfacer pretensiones personales, no se extinguen las instituciones tradicionales, no se conforman grupos armados en los que tendrán cabida mercenarios asalariados.

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