El miedo y la desesperación hacen que los dictadores tomen las armas de la violencia, ante las que se impondrá la razón y la justicia
Cnel. (GN) Antonio SemprunOficial de la Plaza Altamira
Ve el tirano el ocaso del imperio del que se adueñó y se engolosinó, no quiere que se lo quiten porque eso representaría volver a los caminos del resentimiento y los sueños inalcanzables, caminos de los que el poder lo alejó temporalmente, significa perder la oportunidad de vivir como un rey todopoderoso alejado de la inseguridad, sensación que a diario enfrentan los venezolanos de a pie que fueron quienes le entregaron el mandato para que les brindara seguridad.
Han transcurrido catorce años desde que el pueblo venezolano urgido de esperanza e ilusionado con tener una mejor calidad de vida, derechos que poco a poco sintieron deteriorarse debido al olvido y errores cometidos por quienes tuvieron la responsabilidad de dirigir los destinos del país antes del 4 de diciembre de 1998, hicieron que le compraran a un falso profeta las promesas que les hizo, detrás de las cuales traía escondida su verdadera agenda.
Aquellas promesas que recorrieron hasta el último rincón del territorio nacional, maquillaban la implementación de un proyecto de penetración que ha fracasado en las diferentes latitudes del mundo donde se ha querido implementar, estaba y está impulsado desde La Habana por su tutor político, un proyecto que solo ha dejado destrucción, inseguridad, atraso y miseria para los habitantes de los países donde se implementó y abundancia y riquezas para sus promotores.
Después de estos largos y nefastos catorce años de historia contemporánea venezolana. Chávez, sus súbditos y un grupo de nuevos y mejores amigos extranjeros, han convertido al país en un banco personal con normas y leyes a la medida de sus rastreras apetencias, con la llegada de Chávez, a la presidencia de la republica, se abrió un horizonte de nuevas ''oportunidades'' para potenciar la avaricia, la corrupción, la inseguridad, se le brindó a grupos terroristas, narco guerrilleros un paraíso de impunidad, nació una nueva clase social que amasó enormes fortunas de la noche a la mañana producto del ''esfuerzo y el trabajo" que le brinda la amistad con Chávez y su entorno más cercano.
Chávez, potenció y olvidó los errores cometidos en el pasado por la dirigencia política, errores que le permitieron capitalizar su ascenso a la primera magistratura venezolana, el soberano volverá a ejercer su poder demoledor y como ya ocurrió hace catorce años despedirá de su cargo a quien le falló, a quien lo engaño, ante esta innegable realidad, el miedo y la desesperación de Chávez, por la inminente perdida de lo que cree suyo, echa mano a las armas que usan los que no tienen la razón, las armas que usan los cobardes para tratar de amedrentar a un pueblo del que perdió su gracia.
El pueblo de Venezuela retomará el camino del progreso, del respeto por el pensamiento ajeno, luchará por su derecho de ser libre y de que sus ciudadanos elijan su propio destino, transitará de nuevo la senda del sacrificio para obtener lo que siempre ha merecido, paz, libertad y democracia.
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