sábado, 20 de octubre de 2012


LLAMEMOS LAS COSAS POR SU NOMBRE



"Existen tres razones para ocultar una realidad, conveniencia, ignorancia o complicidad".
Antonio Semprun

No debe haber dudas que debemos defender los espacios conquistados e ir por más, no hay dudas del enorme esfuerzo que hizo Henrique Capriles por unir a los venezolanos y sembrar la semilla de las esperanza, no hay duda que los venezolanos hicieron un monumental esfuerzo para salir de un régimen miserable, donde si hay dudas y muchas es en que hubiese testigos de la oposición en el 100% de las mesas de votación como afirmó Leopoldo López, de haber sido así, no se hubiese visto en un video tomado por un periodista brasileño a una persona que asistía a los electores en forma directa para votar por la opción del régimen. 
Sí se hubiese cumplido esa tarea de cubrir el 100% de las mesas con representantes de la oposición no hubiese habido mesas sin testigos que no recibieron sus acreditaciones, como ocurrió en un sector de la Candelaria, no hubiese habido como afirmó Henrique Capriles, mesas en Miranda que solo tenía un voto o cero votos, eso ocurrió en pleno centro de Caracas y en Miranda, que habrá ocurrido en aquellas zonas lejanas donde imperó la violación y la fuerza del régimen para coaccionar la voluntad del elector, es muy largo el cordón para llegar a un responsable, que definitivamente existe, pero no es tiempo de buscar culpables, es tiempo de reconocer errores y trabajar para corregirlos.
Es sustancialmente importante que los miembros de la mesa de la unidad (MUD) dejen de decir que ganó Venezuela, esta afirmación es una bofetada a los millones de venezolanos que esperaban más del equipo en el que confiaron, no podemos basar la derrota del 7-O en la premisa de haber crecido en votos, porque aún cuando es cierto, perdimos una oportunidad histórica de recuperar la democracia y le dimos nuevas fuerzas al proyecto nefasto que se adelanta en Venezuela. 
En la próxima cita con la democracia el venidero 16 de diciembre, debemos salir a votar, para no repetir el monumental error que cometimos cuando le servimos en bandeja de plata la Asamblea Nacional a un régimen oprobioso, pero debemos ser más exigentes con quienes asumen el rol de representarnos, de ahora en adelante las cosas se deben llamar por su nombre, llamemos al pan pan, al vino vino y al fraude fraude. Los venezolanos son un pueblo maduro que entiende que si se les habla de fraude eso no los va a asustar, no hará que se abstengan de concurrir a las urnas electorales por el contrario los hará luchar y exigir condiciones para que su voluntad se respete.
Estamos frente a un proceso de elección de gobernadores, cambiemos la estrategia, dejemos de ser sumisos, los representantes políticos deben cambiar el mensajes de que todo está bien, cuando realmente no lo está, eso permitirá tomar acciones que garanticen aciertos, que no traten de tapar el sol con un dedo cuando nos está quemando, nos enfrentamos a un régimen que juega sucio, capaz de cualquier marramusia por lograr el objetivo y nosotros continuamos jugando inocentemente o estúpidamente limpio, para no pensar que es  convenientemente ''limpio'' 
El proyecto al que le hacemos frente no tiene escrúpulos ni principios. Su jefe y sus comisarios políticos saben que deben sobrevivir sobre cualquier obstáculo, porque es muy grueso el expediente sobre el que deben rendir cuentas, han hecho de la paz y la tranquilidad ciudadana un pedazo de papel toilette manchado, por lo que nada los detendrá, marcharan sonrientes enmascarando de legalidad lo ilegal, los actores políticos deben dejar de subestimar a los venezolanos, deben hablarle con la verdad y dejar que elijan como quieren vivir, se sorprenderán de su valentía, madurez y arrojo.
Cnel.(GN)Antonio Semprun

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