La
indiferencia preña de vicios y de grandes males a una sociedad.
Antonio
SemprunQue el pueblo cubano después de cincuenta y cuatro años viva en la miseria, hincados y humillados por un grupo de ancianos sanguinarios, para quienes lo único que tiene valor es el poder que les brinda la oportunidad de hacer con ese pueblo lo que les conviene, podría “entenderse” porque no tuvieron un espejo donde mirar la desgracia que les impondrían.
En la Cuba de los años sesenta, Fidel se convirtió en el padre de todos los hijos de la isla, decidió su futuro con la aprobación del servicio militar obligatorio convirtiéndolos en milicianos de una revolución sanguinaria y mentirosa, los cubanos empezaron a sentir que solo eran dueños de cinco mudas de ropa cuando quisieron salir de la isla, porque lo demás le pertenecía a la revolución.
Fidel,
fue cercenando derechos y aniquilando sueños, ante la mirada indiferente de la
sociedad y la clase política que
prefirieron vivir en pánico, fantaseando con una solución mágica en
la que no fueron protagonistas en la lucha por sus derechos, y decidieron ignorar la realidad que ante
sus hojas les marcaba la ruta hacia el cadalso.
Fidel
convirtió a Cuba, en el país donde las
hijas de la isla, tienen como sueño dorado convertirse en jineteras que
les permitirá conocer algún extranjero arruinado de afectos que les hará
realidad el sueño de poder salir de una isla en la que sus dueños
prohibieron a sus ciudadanos soñar en
ser libres y tener derecho a elegir el futuro que merecen.
Los
arquitectos de la desgracia cubana están en Venezuela, ya ancianos sin
que se haya reducido en ellos la ambición por el poder, se encontraron con la sorpresa que la
aliada con la que no contaban en los años sesenta, y que los ayudo arruinarles la vida a los cubanos, es de nuevo
una fuerza amiga con la que cuentan, la indiferencia de la sociedad venezolana y
la complicidad de una clase política ávida de sobrevivencia a cualquier precio.
No
tenemos escusa los venezolanos, frente a
nosotros está Cuba, como doloroso espejo en el que los únicos que se han mirado
han sido los valientes estudiantes, que
esperan que la sociedad por la que también luchan, no le haga el juego a
un régimen que quiere hacer de Venezuela una copia al carbón de la isla en la que Fidel, labró el futuro a su pueblo y a sus hijas.
Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun
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