domingo, 22 de enero de 2017


¿El 23 de Enero y después cuando?

La tragedia que delincuentes le han impuesto a Venezuela  y a los venezolanos no debe tener horario ni fecha en el calendario  como reza una hermosa canción de Simón Díaz, para que luchemos unidos de manera sostenida y librarnos de ella.

Que es lo que no ha entendido o no ha querido entender la dirigencia política opositora que a pesar de contar con una contundente mayoría en el Hemiciclo y en las calles de Venezuela ha permitido que la dictadura se baje la bragueta y orine sobre la voluntad de los venezolanos.

Cuando se lucha contra una dictadura asesina y hambreadora las buenas intenciones no bastan. Nada de lo que han hecho los miembros de la MUD ha logrado s tener efecto, mientras que todo lo que han pedido a la mayoría de los venezolanos les ha sido dado, han llenado las calles del país a pesar del horario matutino impuesto.

Mientras la dirigencia política opositora espera por una fecha emblemática o conveniente para hacer ver la tragedia y la impotencia que vive el pueblo, la dictadura trabaja día a día en su intención de mantenerse en el poder y la minoría que tiene en la Asamblea Nacional hace su trabajo de manera efectiva.

No hay mayor desgracia para la confianza de una sociedad que la de una mayoría política que se comporta de manera inepta y sin iniciativa. Las decisiones en la guarida en la que convirtieron al TSJ son cada vez más descabelladas  e inconstitucionales y la mayor resistencia que encuentras esas decisiones  es la de una sumisa voz que dice “el TSJ volvió a violar la Constitución Nacional”.

Mientras los miembros de la dictadura pusieron toda la carne en el asador para mantenerse en el poder que los protege de los delitos de narcotráfico, saqueos, robos y violación de los derechos humanos en los que están incursos,  la clase política opositora juega dentro de reglas democráticas con delincuentes confesos y además se pregunta como se implementa el articulo 350 de la Constitución Nacional.

Los políticos actuales parecieran vivir en los años 70 en los que el slogan era Paz y Amor, extrañamente no han entendido que con dictadores y con delincuentes no se negocia ni se dialoga, se les conmina a cumplir las exigencias del pueblo que es quien realmente posee el poder en un país, y eso se logra organizándolo y no creándole falsas expectativas.

La dictadura ha sido firma y constante en su decisión de humillar a los venezolanos, debe entonces, “el pueblo unido y en la calle” ser firme y constante en su decisión de rescatar la libertad porque es el único que tiene la capacidad de expulsar del poder a los malandros que lo secuestraron.

Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun
coronelantoniosemprun.blogspot.com 

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