Nicolás Maduro no ha dejado espacio para la duda, ha mostrado sin escrúpulos su condición de delincuente y ladrón, en el camino democrático el robo ha sido el pañuelo con el que le ha lavado la cara a una tiranía que ha usado las armas de la Republica no solo para asesinar venezolanos también para violarlos, lo dijo a viva voz "lo que no se pudo con los votos lo haríamos con las armas."
Aun así ante ese ese brutal escenario hay quienes hablan de defender o ganar espacios, que espacios se defienden o se ganan en una tiranía donde los que se han ganado han sido expropiados y han colocado frente a ellos a uno de sus títeres.
Los defensores de espacios echaron por la borda la lucha de un pueblo por ser libre, una lucha en la que más de cien valientes escuderos venezolanos perdieron sus vidas, "escuderos" un calificativo del que únicamente son merecedores quienes con escudos de lata y cartón enfrentaron la irracional y brutal fiereza de los verdugos de la democracia.
Quienes entregaron esa lucha a la narcotiranía solo pueden ser aquellos que están "secuestrados" como consecuencia de los actos que les conocen y los tiene agarrados por las partes nobles, "cómplices" porque la omisión ante un escenario depravado en eso los convierte y los "silenciados" que apagan su voz y permiten que la ambición de poder de los viejos políticos les marquen la ruta de acción.
En la contundente mayoría de pueblo que mantuvo viva las calles e hizo que la tiranía boqueara no hay secuestrados, cómplices ni silenciados porque tienen claro dos cosas, que las tiranías no respetan caminos democráticos, y que no debe haber agendas ocultas, el único interés que debe prevalecer es el bienestar colectivo y la libertad de Venezuela. "Lo que no se pudo con las promesas de aquellos en quienes se deposito la confianza, lo haremos por cualquier vía que le devuelva a Venezuela la paz y la tranquilidad que merece."
Cnel (GN) Antonio Semprun
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