Cuando la muerte de un individuo produce alegría en otros, ese sentimiento señala la vida que vivió y la que le hizo vivir a sus semejantes.
- Antonio Semprun -
Octubre 21, 2011
Cnel. (GN) Antonio Semprun
Oficial de la Plaza Altamira
La muerte de un ser humano no debe ser motivo de algarabía y felicidad. Cuando una muerte alegra a los habitantes de un pueblo es porque quien muere construyó con sus actos un poderoso sentimiento que avasalla el buen proceder y el respeto por la vida.
Dictadores y los tiranos escalan al poder y lo usan para arrodillar a los pueblos sembrando el terror y humillando a quienes ven como seres inferiores, el poder los embriaga de una manera tal que se elegidos por la divinidad, viven entre el oro y el mármol mientras los habitantes de los pueblos que ofenden luchan día a día para sobrevivir, cuando les llega la hora a la que más temen, cuando pierden el poder y son encarados por quienes por años fueron oprimidos en ese momento suplican por su vida a los que con sus actos les destruyó la vida, en esos aciagos momentos el oro y el mármol se transforman en tierra, huecos y alcantarillas donde se esconden para salvar el pellejo y vivir como ratas. El destino final de dictadores y tiranos pareciera estar unido a los lugares donde habitan los roedores. Hoy el mundo es un mejor lugar donde vivir, hay un dictador menos.
El recientemente depuesto y asesinado Dictador Gadafi, fué objeto de visitas y regalos por parte de su homólogo venezolano con quien mantuvo un estrecha relación que le valió el obsequio en dos oportunidades de la réplica de la Espada del Libertador, el estrafalario dictador Libio fué objeto de halagos tales como ''Gadafi es para Libia lo que es Bolívar para nosotros", palabras pronunciadas por el Teniente Coronel Presidente en Septiembre de 2009 en la Isla de Margarita, donde también le otorgó el collar de la Orden del Libertador. La caída de los dictadores, el fin de sus regímenes dejan al descubierto la podredumbre en la que se regodeaban, la opulencia en la que vivian y ponen al descubierto el mundo en el que vivieron escondidos detrás de discursos y promesas falsas.
Los dictadores llegan al poder y cambian el ordenamiento legal del país para transformarlo en un traje a la medida, desarticulan las instituciones democráticas, destruyen la separación de los poderes para ejercer hegemonía sobre ellos, amordazan y sancionan los poderes que los señalan o que desnudan su incapacidad, todo eso con la complicidad de quienes con largar lenguas se arrodillan para lamer las botas de quien los arrastra al infortunio y al deshonor. El más reciente acto de cinismo del régimen de Poncio Pilatos fué acometido el pasado martes cuando la Asamblea Nacional aprobó la Ley que Sanciona los Crímenes, Desapariciones, Torturas y otras Violaciones de los Derechos Humanos por Razones Políticas en el periodo 1958-1998 que entrará en vigencia al ser publicada en Gaceta Oficial.
Según el diputado Andrés Eloy Méndez (Psuv / Falcón), ''la ley busca reivindicar moral, ética y hasta espiritualmente, a quienes fueron perseguidos en Venezuela por el Estado terrorista que crearon los gobiernos adecos-copeyanos con el apoyo del Departamento de Estado de EUA durante el período 1958-1998''. La ley también tendrá como objeto según el diputado la sanción moral a unos hechos que se desarrollaron en un periodo bajo la falsa cara de la democracia y la creación de una Comisión por la Justicia y la Verdad que tendrá como objeto investigar los hechos, la violación de los derechos humanos y los delitos de lesa humanidad; así como las causas y las consecuencias que generó el entonces el terrorismo de Estado.
El régimen de Poncio Pilatos pretende lavarse las manos al pretender borrar los últimos doce años de la historia contemporánea de Venezuela, el mismo tiempo desde que accedió al poder ciertamente por vía legitima y de la que se deslegitimó en su desempeño debido a que en este oscuro periodo del país se han cometido en Venezuela los más aberrantes atropellos contra los Derechos Humanos de los venezolanos, un periodo de desgobierno donde también los delitos de lesa humanidad han dicho presente.
El régimen busca reivindicar una moral y una ética de la cual carecen, un régimen que habla de sanción moral cuando se revuelca en la inmoralidad, un régimen que habla de sancionar hechos cometidos bajo la falsa cara de la democracia cuando han destruido este sistema de gobierno para saquear al país que creyó en la buena fe de quienes hoy lo están destruyendo en su desempeño debido a que en este oscuro periodo del país se han cometido en Venezuela los más aberrantes atropellos contra los Derechos Humanos de los venezolanos, un periodo de desgobierno donde también los delitos de lesa humanidad han dicho presente.
El régimen busca reivindicar una moral y una ética de la cual carecen, un régimen que habla de sanción moral cuando se revuelca en la inmoralidad, un régimen que habla de sancionar hechos cometidos bajo la falsa cara de la democracia cuando han destruido este sistema de gobierno para saquear al país que creyó en la buena fé de quienes hoy lo están destruyendo.
- Antonio Semprun -
Octubre 21, 2011
Cnel. (GN) Antonio Semprun
Oficial de la Plaza Altamira
La muerte de un ser humano no debe ser motivo de algarabía y felicidad. Cuando una muerte alegra a los habitantes de un pueblo es porque quien muere construyó con sus actos un poderoso sentimiento que avasalla el buen proceder y el respeto por la vida.
Dictadores y los tiranos escalan al poder y lo usan para arrodillar a los pueblos sembrando el terror y humillando a quienes ven como seres inferiores, el poder los embriaga de una manera tal que se elegidos por la divinidad, viven entre el oro y el mármol mientras los habitantes de los pueblos que ofenden luchan día a día para sobrevivir, cuando les llega la hora a la que más temen, cuando pierden el poder y son encarados por quienes por años fueron oprimidos en ese momento suplican por su vida a los que con sus actos les destruyó la vida, en esos aciagos momentos el oro y el mármol se transforman en tierra, huecos y alcantarillas donde se esconden para salvar el pellejo y vivir como ratas. El destino final de dictadores y tiranos pareciera estar unido a los lugares donde habitan los roedores. Hoy el mundo es un mejor lugar donde vivir, hay un dictador menos.
El recientemente depuesto y asesinado Dictador Gadafi, fué objeto de visitas y regalos por parte de su homólogo venezolano con quien mantuvo un estrecha relación que le valió el obsequio en dos oportunidades de la réplica de la Espada del Libertador, el estrafalario dictador Libio fué objeto de halagos tales como ''Gadafi es para Libia lo que es Bolívar para nosotros", palabras pronunciadas por el Teniente Coronel Presidente en Septiembre de 2009 en la Isla de Margarita, donde también le otorgó el collar de la Orden del Libertador. La caída de los dictadores, el fin de sus regímenes dejan al descubierto la podredumbre en la que se regodeaban, la opulencia en la que vivian y ponen al descubierto el mundo en el que vivieron escondidos detrás de discursos y promesas falsas.
Los dictadores llegan al poder y cambian el ordenamiento legal del país para transformarlo en un traje a la medida, desarticulan las instituciones democráticas, destruyen la separación de los poderes para ejercer hegemonía sobre ellos, amordazan y sancionan los poderes que los señalan o que desnudan su incapacidad, todo eso con la complicidad de quienes con largar lenguas se arrodillan para lamer las botas de quien los arrastra al infortunio y al deshonor. El más reciente acto de cinismo del régimen de Poncio Pilatos fué acometido el pasado martes cuando la Asamblea Nacional aprobó la Ley que Sanciona los Crímenes, Desapariciones, Torturas y otras Violaciones de los Derechos Humanos por Razones Políticas en el periodo 1958-1998 que entrará en vigencia al ser publicada en Gaceta Oficial.
Según el diputado Andrés Eloy Méndez (Psuv / Falcón), ''la ley busca reivindicar moral, ética y hasta espiritualmente, a quienes fueron perseguidos en Venezuela por el Estado terrorista que crearon los gobiernos adecos-copeyanos con el apoyo del Departamento de Estado de EUA durante el período 1958-1998''. La ley también tendrá como objeto según el diputado la sanción moral a unos hechos que se desarrollaron en un periodo bajo la falsa cara de la democracia y la creación de una Comisión por la Justicia y la Verdad que tendrá como objeto investigar los hechos, la violación de los derechos humanos y los delitos de lesa humanidad; así como las causas y las consecuencias que generó el entonces el terrorismo de Estado.
El régimen de Poncio Pilatos pretende lavarse las manos al pretender borrar los últimos doce años de la historia contemporánea de Venezuela, el mismo tiempo desde que accedió al poder ciertamente por vía legitima y de la que se deslegitimó en su desempeño debido a que en este oscuro periodo del país se han cometido en Venezuela los más aberrantes atropellos contra los Derechos Humanos de los venezolanos, un periodo de desgobierno donde también los delitos de lesa humanidad han dicho presente.
El régimen busca reivindicar una moral y una ética de la cual carecen, un régimen que habla de sanción moral cuando se revuelca en la inmoralidad, un régimen que habla de sancionar hechos cometidos bajo la falsa cara de la democracia cuando han destruido este sistema de gobierno para saquear al país que creyó en la buena fe de quienes hoy lo están destruyendo en su desempeño debido a que en este oscuro periodo del país se han cometido en Venezuela los más aberrantes atropellos contra los Derechos Humanos de los venezolanos, un periodo de desgobierno donde también los delitos de lesa humanidad han dicho presente.
El régimen busca reivindicar una moral y una ética de la cual carecen, un régimen que habla de sanción moral cuando se revuelca en la inmoralidad, un régimen que habla de sancionar hechos cometidos bajo la falsa cara de la democracia cuando han destruido este sistema de gobierno para saquear al país que creyó en la buena fé de quienes hoy lo están destruyendo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario