sábado, 31 de agosto de 2013


La Realidad de la Venezuela Invadida

 
El derecho a la decencia y al respeto autoriza a una sociedad a luchar por ellos
                                                        Antonio Semprun


Venezolanos somos todos, excepto quienes detrás de bastidores  manejan el poder de manera inescrupulosa para convertir a Venezuela en colonia y a sus habitantes en súbditos de los octogenarios cubanos, la ignorancia e ilegitimidad de quien usurpa la presidencia demuestra que es la fachada perfecta de fuerzas extranjeras muy poderosas, con ambiciosos intereses, a las que se les ha entregado el control del país a cambio de permanecer en el poder por tiempo indefinido sin importar la suerte que corra Venezuela y los venezolanos.

 
Venezuela, esta desgobernada por individuos de bajos instintos, carentes de principios, agricultores de odio entre las familias, que han convertido los espacios solemnes de la sociedad venezolana, en rines de boxeo, en casas de cita identificadas con la luz de un bombillo rojo, quienes ejercen el poder ignoran convenientemente el dolor que causa a  familiares, los centenares de venezolanos asesinados semanalmente por la inseguridad desbordada  que tiene como cómplice a los órganos encargados de administrar justicia.

 
Venezuela es hoy un pueblo sin ley para sus habitantes, donde la violencia, la obscenidad y la complicidad gubernamental llenan sus recintos, ninguna acción que ejerzan los venezolanos para defender sus violados derechos es tomada en cuenta, no sirvió la huelga de hambre de Franklin Brito, no servirá la de Leocenis García, ni la emotiva carta de Ivana Simonovis pidiendo una ápice piedad para que liberen a su padre injustamente encarcelado hace  más de diez años por el capricho del fallecido dictador.

 
Venezuela está administrada por miserables mercaderes que comercian sus riquezas a cambio de beneficios personales para la banda de delincuentes que detenta el poder, convertidos en mil millonarios de la noche a la mañana sin otra profesión ó habilidad conocida que la de saqueadores, estafadores y testaferros, somos un país en calamidad pública como consecuencia, de catorce años de desvergüenza, ignorancia, avaricia, y ausencia de nacionalismo de quienes han administrado y administran al estado venezolano como una hacienda de su propiedad con treinta millones de peones.

 
El sentimiento de impotencia y hastió se convertirá en el líder que pondrá nuevamente en manos de un nativo, el poder que permita enrumbar el país hacia el futuro que merece, es insólito concebir que quien lleva las riendas del país  sea un ignorante que reescribe los versículos de la biblia. Los venezolanos, somos los únicos afectados por este agravio, en consecuencia somos los únicos responsables de corregirlo. 

 
Cnel (GN) Antonio Semprun

 @antoniosemprun

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