Nada podría ser más
satisfactorio para un país y las autoridades que lo dirigen que se le
reconociera como la capital de cielo por la seguridad que brinda a propios y extraños, por el buen
nivel de vida que muestran sus habitantes,
por la hospitalidad, información actualizada y la calidad de las
instalaciones que reciben a los turistas, por la atención que presta a quienes acuden a algún centro
asistencial bien dotado de equipos e insumos, por la variedad de productos
expuestos en los anaqueles de los
supermercados, por la duda que embarga a quien pretender comprar un vehículo
por la diversidad de marcas en los concesionarios.
Desde hace quince años a
Venezuela la convirtieron en la capital del cielo, no por las maravillas expuestas
anteriormente, que debieran ser normal en un país como el nuestro, sino porque
en el régimen de Chávez, heredado por Maduro,
cada día se asesinan decenas de venezolanos a manos del la inseguridad
tutelada por el régimen y su arrodillada justicia.
Cnel (GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun
No hay comentarios.:
Publicar un comentario