- Antonio Semprun
Cnel. (GN) Antonio Semprun
Oficial de la Plaza Altamira
Chávez en los catorce años de existencia de su trasnochado proyecto ha hecho de Venezuela una fábrica de trajes a su medida en lo moral, lo legal, lo constitucional, lo social y lo económico. Ha querido destruir todo aquello que le quede grande ó pequeño a sus insaciables ansias de poder en el país que lo eligió por cinco años. Lo que no ha podido lograr con trampas, robos y artimañas contando para ello con el apoyo de sus súbditos, lo ha conseguido por medios disfrazados que le ha permitido ejecutarlos sin obstáculos como la Ley Habilitante otorgada para un fin y usada para otros.
Chávez ha desmontado las estructuras del estado venezolano que le han sido incomodas a sus pretensiones, ha perfeccionado su estilo como sastre de corte ingles con las enseñanzas de un octogenario sastre caribeño. Adapta sus trajes de acuerdo a la ocasión, los usa de guerrero cuando quiere impresionar a su servidumbre y asustar a los ciudadanos de la otra Venezuela que califica de escuálidos y pitiyanquis, los usa de mortaja cuando quiere revolver la compasión y la lástima, usa la toga cuando quiere anárquicamente implementar sus ideas, usa el rojo traje de San Nicolás cuando quiere ser groseramente generoso con sus nuevos mejores amigos a quienes les obsequia lo que a los venezolanos les quita. Chávez, con un armario atestado de trajes de diferentes tallas debido a su constante subir y bajar de peso, esta delineando en finas telas importadas los cortes de sus últimos trajes de ocasión.
La única estructura que Chávez y ningún dictador en la historia ha podido desmontar es la estructura que mantiene armada en silencio un pueblo al que se ha engañado y se ha arrinconado durante catorce años. El régimen miserable y opresor del Socialismo del siglo XXI no tiene ya nada que ofrecer más que un refrito de mentiras porque es una mezcla de improvisaciones y ocurrencias de quien se ha creído elegido por la providencia.
Terminará el tiempo del ''famoso'' sastre que vistió a Venezuela de miseria, de inseguridad, de atraso y de sangre. El país necesita enrumbarse hacia el futuro, donde no hay espacios para las dictaduras, para los delirios de grandeza de un inadaptado que lo único que ha atraído a Venezuela ha sido una caravana de chulos que recibieron la noticia que en un país de la América del Sur había un rey como el de la novela de Antoine De Saint ''El Principito'' al que con solo adularlo podían obtener de El, enormes beneficios.
Será la decisión de los venezolanos la que nos indique el nuevo camino que habrá de transitar Venezuela, que no ha de ser otro que el respeto al pensamiento ajeno, la sana competitividad que redunde en beneficio para la sociedad, el diario acontecer en un sistema de gobierno democrático donde impere la independencia de los poderes donde no se defiendan los intereses particulares disfrazados de intereses del estado.
Los venezolanos por más de una década hemos vivido, escuchado las clases dictadas por el "famoso" sastre ''venezolano'' en el vapuleado atelier llamado Venezuela, Las experiencias han resultado ser negativos en todo los resultados, necesitamos con urgencia cambiar el rumbo, antes de que el futuro de los venezolanos se pierda.
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